- Aunque la Iglesia dejó claro que no busca una confrontación directa con el gobierno, insistió en su papel como puente hacia el diálogo social.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamo la atención tras su reciente Asamblea Plenaria, al señalar una creciente influencia de “ideologías que confunden y dividen” al tejido social mexicano. En su mensaje final, los obispos advirtieron que, lejos de promover unidad, estas corrientes ideológicas exacerban la polarización nacional.
En su pronunciamiento, la Iglesia católica lamentó la persistencia de altos niveles de violencia e impunidad en México, lo que, a su juicio, contradice la narrativa oficial sobre mejoras en materia de seguridad. Según la CEM, la desconexión entre lo que se difunde desde el poder y la realidad cotidiana contribuye a un clima de desconfianza entre la población.
Aunque la Iglesia dejó claro que no busca una confrontación directa con el gobierno, insistió en su papel como puente hacia el diálogo social. En su editorial del semanario Desde la Fe, los obispos volvió a hacer un llamado a los legisladores para que consideren a los más vulnerables, prioricen el bien común y promuevan la reconciliación.
Asimismo, pidieron a los fieles y a la sociedad en general no dejarse arrastrar por discursos simplistas ni por proyectos partidistas. Para la CEM, la verdadera misión de la Iglesia no es politizar, sino iluminar conciencias y construir comunidad desde valores compartidos, más allá de intereses electorales. Este posicionamiento revive el debate sobre la laicidad en México y plantea preguntas sobre la delgada línea entre ética religiosa y participación pública


