Dada la saturación del sistema penitenciario del país, derivada de las deficiencias en el sistema de administración y procuración de justicia, el motín, confrontación, riña o intento de fuga de reos en el Penal del Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León, no sólo era esperado, sino advertido por especialistas, investigadores y estudiosos del derecho en el país.
La presunta riña dejó 49 muertos –primero se reportaron 52- y 12 heridos, según informó el gobernador Jaime Rodríguez en rueda de prensa en donde no aceptó preguntas. Informó: “ a las 23 horas –del miércoles- se reportó una riña entre internos del penal. El conflicto partió entre la disputa de los grupos liderados por Jorge Iván Cantú, apodado “El Credo”, y Juan Pedro Zaldívar, alias el “Z-27”. Durante el enfrentamiento, los reos prendieron fuego a las bodegas de víveres sin afectar las áreas de dormitorios”.
El Bronco descartó un intento de fuga y el uso de armas de fuego. Aseguró haberse controlado la situación a las 1:30 horas del jueves y destacó la vigilancia en ese penal de elementos del Ejército mexicano, la Marina y la Policía Federal. También puntualizó el proceso de identificación de las víctimas, el cual se lleva a cabo por parte de la Dirección de Servicios Periciales de la Procuraduría estatal. En este centro de reclusión hay 3 mil 800 internos.
Más tarde, en entrevista de radio, Rodríguez Calderón confirmó la identificación plena de 44 de los 49 cuerpos de los fallecidos en el motín en el penal del Topo Chico derivado, dijo, del enfrentamiento entre dos capos “zetas” del mismo cartel. Antes, entre empujones y lanzando piedras, familiares de reos ese penal comenzaron a gritar y a empujarse para abrir la reja de una de las puertas de la entrada principal. Elementos de la Fuerza Civil intervinieron para controlar la situación.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) decidió atraer el caso y envió un grupo de visitadores adjuntos y peritos para investigar los hechos, encabezados por la Tercera Visitadora General, Ruth Villanueva. Condenó la violencia y anunció su apoyo a las víctimas y sus familiares. Sobre estos hechos, también subrayó: “pudieran generar precedentes negativos” en la tutela de los derechos humanos reconocidos en la Constitución.
El Centro Preventivo y de Reinserción Social Topo Chico, de acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2014, registró una calificación promedio de 5.72, en la evaluación de los “aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno” y de 4.44 en el rubro de “condiciones de gobernabilidad”.
Un motín provocado también por la saturación en las cárceles. Aunque bien puede ser una de las tantas trampas de orden político para aquellos gobernantes incómodos. Así, raro pero, ni tan raro.
IDENTIFICACIÓN DE REOS FALLECIDOS
Roberto Flores, procurador de justicia de Nuevo León, anunció, en conferencia de prensa, la identificación de 20 de los 49 reos fallecidos en el motín: Carlos Alberto López de la Rosa, Roberto Steele Segura, Damián Emmanuel González Juárez, Juan Francisco de Jesús Aguilar García, Miguel Ángel Gaitán Pardo, Francisco Javier Villegas Ibarra, José Fabián Bernal, José Guadalupe Frías Mendoza, Guadalupe Armenta Graciano Rodríguez, Luis Alejandro Ortiz Martínez, Luis Carlos Montemayor López, José Isabel Flores Márquez, Juan Manuel Flores Galván, Erick Antonio González Calzada, Oliver Steve Rodríguez Herrera, Darío Sánchez Macías, Miguel Ángel Salas Valdés, José Luis Rodríguez Huerta, Juan Francisco Moreno Solís y Edgar Alejandro Torres Dávila.
Y de los 12 heridos reportados, el procurador estatal identificó a cuatro: Oscar Reynaldo Cázares González, Axel Lovato Mendoza, Jorge Alberto Aguirre Treviño y Hugo Roberto Escobar Rincón. La situación es crítica en el país pero el presidente Peña Nieto cree gobernar a través del Twitter, por medio del cual envió condolencias a los familiares de los fallecidos y, en un segundo mensaje, reporta: “he dado instrucciones a la @SEGOB.MX, de apoyar al gobierno de @nuevoleón vía la @CNSeguridadmx”. Sólo eso.


