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Julian Assange cumple ocho meses refugiado en la embajada de Ecuador / Parte II

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Por: Carlos Bauer

Tw: @CarlosBauer3_0

Foto: http://www.tucumanalas7.com.ar

El fundador de Wikileaks, organización que difunde a través de su página de internet documentos clasificados que revelan conductas poco éticas e incluso ilegales tanto de empresas como de gobiernos de todo el mundo, lleva ya dos años y medio de enfrentar una persecución judicial que lo llevó a solicitar el asilo político de la República de Ecuador. Pero, ¿cuáles son los cargos que la fiscalía sueca sostiene contra Julian Assange?

¿De qué se acusa exactamente a Julian Assange?

Pese a que los medios de comunicación de todo el mundo han seguido la línea de difundir que Julian Assange se encuentra acusado por el delito de violación –lo que ha desatado la justa aunque mal informada indignación de grupos feministas y antiguos partidarios del fundador de Wikileaks–, la realidad es que, de acuerdo con el abogado de Assange, la acusación contra éste es por el delito de “sexo por sorpresa” (sex by surprise), un delito menor castigado en Suecia con el pago de una multa. Lo absurdo que resulta emitir una alerta roja de Interpol por un delito saldable mediante el pago de una multa pone en evidencia el trasfondo político que ha marcado al caso desde un principio.

En el verano de 2010, Julian Assange llegó a Suecia para impartir una serie de conferencias. Para entonces el gobierno de Estados Unidos ya lo acusaba de espionaje y personajes tanto de la política como de los medios de comunicación pedían que se le capturara e incluso exterminara como a un combatiente terrorista. En este contexto Assange llega a Suecia, confiando en la tradición de este país en la defensa de la libertad de expresión y la ética de su sistema jurídico –de hecho, el 18 de agosto de ese año solicitó la residencia al gobierno sueco.

Al llegar a Suecia fue hospedado por Anna Ardin, con quien –según ella misma declaró– sostuvo relaciones sexuales de manera consensuada. En casa de su anfitriona, Assange conoció a Sofia Wilen, con quien también tuvo relaciones sexuales. Cabe señalar que Assange y Wilen se conocieron en una fiesta organizada por Anna Ardin en honor de Assange en una fecha posterior al encuentro sexual en que supuestamente se había cometido el abuso por el que Ardin lo denunció ante la fiscalía sueca.

Según la versión relatada por Ardin y Wilen al presentarse ante la fiscalía, entre el 17 y el 20 de agosto de 2010 sostuvieron una conversación en la cual se dieron cuenta que Assange no había usado condón con ninguna de ellas al sostener relaciones sexuales, lo cual en Suecia es considerado un delito que pone en peligro la vida de la pareja sexual. Al notar ese hecho, decidieron acudir a la policía para solicitar información sobre la manera en que debían proceder. En un principio se procesó su denuncia e incluso se emitió una orden de captura contra Assange. Sin embargo, cuando la jueza Eva Finné les preguntó si ellas habían consentido el desarrollo de la relación sexual y ambas respondieron afirmativamente, dicha jueza desechó el caso por no haber delito que juzgar.

Adolfo Gilly retomó las declaraciones de Naomi Wolf, una activista contra la violencia hacia las mujeres con larga experiencia apoyando y asesorando a víctimas de violación. En su artículo publicado el 11 de febrero de 2011 bajo el título de “Ocho GRANDES PROBLEMAS con el ‘caso’ contra Assange”, Wolf sentencia: “Basada en mis veintitrés años de informar sobre la legislación global acerca de la violación y en mis cinco años de apoyo a las mujeres en los centros de crisis por violación y en los refugios de mujeres golpeadas, puedo decir con certidumbre que este caso no se está tratando como un caso normal de violación o de violencia sexual. Los nuevos detalles de la policía sueca lo muestran claramente. Su informe contra Assange es sorprendentemente diferente de los informes sobre estos temas que he leído durante años como defensora de víctimas de crímenes sexuales.”

Los ocho problemas, que se detallan en el artículo original en inglés, son los siguientes:

  1. La policía nunca da seguimiento a quejas en las que no hay indicios de falta de consentimiento
  2. La policía no permite que dos mujeres reporten juntas una acusación sobre un mismo hombre
  3. La policía nunca toma testimonios de ex novios de las demandantes
  4. La policía nunca deja que dos presuntas víctimas [de un mismo agresor] compartan abogado
  5. Normalmente un abogado nunca toma a dos presuntas víctimas de violación como clientas al mismo tiempo
  6. Una víctima de violación nunca usa un abogado corporativo
  7. Una víctima de violación nunca es alentada a hacer cualquier tipo de contacto con su agresor y nunca debe usar a la policía para forzar a su presunto agresor a realizarse exámenes médicos
  8. La policía y los fiscales nunca filtran transcripciones policíacas durante una investigación activa, pues dicha conducta está sancionada penalmente

Durante su revisión de los documentos del caso Assange, Naomi Wolf descubrió que todos y cada uno de estos preceptos –observados como procedimiento estándar no sólo en Suecia sino en toda la Unión Europea– fueron sistemáticamente violados en la persecución a Julian Assange. Más aún: descubrió que cuando se levantaron los cargos contra el periodista australiano, la fiscalía sueca era “asesorada” por Karl Rove, jefe de consejeros y jefe de despacho (Deputy Chief of Staff) de George W. Bush, con lo que la imparcialidad de los juzgadores suecos queda gravemente comprometida.

Pese a todas estas irregularidades, las autoridades suecas se han mostrado inflexibles en su solicitud de extradición de Julian Assange, pero partir de que éste obtuviera el asilo político de la República de Ecuador, el caso se encuentra entrampado. En la última parte de mi investigación presentaré los posibles desenlaces a esta persecución que cada vez tiene más de política y menos de judicial.

embajada ecuador en londres caso assange
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