spot_img
spot_img

“La ciudadanía sabe que es exagerado este discurso de la oposición de que la 4T tiene todo el poder”

En entrevista exclusiva Citlalli Hernández reveló que forma parte de la lista pluri al Senado a petición de Claudia Sheinbaum. Habló de Luisa María Alcalde, y del adiós a AMLO.

- Anuncio -

Citla, como la conocen quienes son más cercanos a ella, es una morenista histórica de sólo 34 años, relevo generacional del obradorismo que ahora ronda los 65, el promedio de edad de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum. Se trata de un cuadro de la izquierda feminista latinoamericana que comenzó su carrera política en la última legislatura de la Asamblea Legislativa del D.F. como “la diputada más joven”, quien en su momento participó en el ala cultural de #YoSoy132 y desde entonces, al igual que Morena, se planteó no sólo ganar la Presidencia de la República con “un proyecto alternativo al neoliberal” sino “un despertar de conciencias”.

En diálogo exclusivo con Revolución 3.0, la también legisladora morenista destacó su propia historia, aun cuando “yo diría que sigo siendo la misma”. Pues, andado el tiempo, luego de transitar de “ciudadana consciente, simpatizante, militante, diputada local, senadora, dirigente, sigo siendo la misma sólo con un poco más de experiencia, y con una visión 360”. Por ello, haciendo un ejercicio de autocrítica y un balance profundo de su gestión, enlistó los retos para la siguiente dirigencia de Morena a la vera del anunciado retiro de la política de AMLO.

“Por primera vez quizás nuestra lucha es cómoda, porque no estamos preocupados por ganar. Digamos, no estamos preocupados por otras cosas que estuvimos ocupados años, sino que ahora tenemos el tiempo para planear al futuro mediano, y más largo: en formar cuadros, cuidar nuestros gobiernos, seguir fomentando la participación ciudadana, cambiar nuestra práctica política y siempre mejorarla. Y eso me parece que la próxima diligencia deberá tenerlo muy claro, para que no nos quedemos con un partido que es eficaz electoralmente pero que va diluyendo su esencia”, dijo Hernández Mora.

“Morena tiene que seguir siendo un partido que abone a la revolución de las conciencias, porque los partidos son herramientas y a las herramientas, como todo, hay que darles mantenimiento, pueden descomponerse, pueden mejorar, se pueden corregir, pero la mejor garantía de que un proyecto mejore -no de un dirigente, de un grupo de personas- es que haya un movimiento que empuje, que acompañe cuando no esté de acuerdo en algo, y eso creo que va en marcha, un movimiento que genera mayor participación ciudadana, y democracia participativa”, agregó.

Respecto a la secretaria Luisa María Alcalde como la persona correcta para liderar Morena, Citlalli afirmó que “tiene todo para fortalecer esa visión del partido”, y además “llegará tras un largo proceso de institucionalización del partido, todavía pendiente”. “No queremos un partido institucional al tipo del PRI, ¿no?, profundamente jerárquico. Morena tiene el reto de ir construyendo una nueva institucionalidad, que nos permita diferir, debatir nuestra condición de izquierda, tener distintos puntos de vista, pero ponernos de acuerdo en un objetivo común”, puntualizó.

“Morena es una herramienta del pueblo de México, ahora al servicio de un proyecto de transformación”.

“Uno, porque Luisa nació en Morena, es fundadora y entiende los valores fundacionales. Dos, porque forma parte de una nueva generación política que sabe que no podemos replicar los viejos vicios. Tres, porque ha conocido nuestra lucha y lo que ha costado, y creo que tiene claro que el partido es una gran herramienta que el pueblo de México ha acompañado y que no podemos fallarle. Y la otra es que -a diferencia de mí- ella será Presidenta si así lo decide nuestro Congreso Nacional. Yo soy Secretaria General y hay funciones o limitaciones derivadas de mi papel”, dijo.

¿Y qué es Morena?

“Morena es una herramienta del pueblo de México, ahora al servicio de un proyecto de transformación”, aseguró Citlalli Hernández. “Morena se pensó como un partido de las causas más nobles del pueblo de México, bueno hay que acercarnos más al movimiento feminista, hay que escuchar más al movimiento campesino, al movimiento obrero, hay que escuchar a las víctimas, hay que escuchar a distintos sectores, que si bien incluso pudieran reconocer los avances de la Cuarta Transformación saben que hay todavía muchos pendientes”.

Y abundó: “Es el partido político de izquierda más importante de México, yo me atrevo a decir que de América Latina y del mundo. Porque en tan solo 10 años ha logrado lo que prácticamente ningún partido. Es decir, tenemos la Presidencia de la República (la ratificamos en esta elección), ganamos la mayoría calificada, creció nuestra votación, gobernamos ya 24 entidades de la República. Pero Morena sigue siendo un partido-movimiento que participa en elecciones para seguir tomando por la vía pacífica los espacios de incidencia y transformar la vida de la gente”.

La morenista añadió que, estrictamente con lo ocurrido en las urnas, “Morena es un partido eficaz y la dirigencia que fundamentalmente condujo Mario Delgado y tu servidora, entrega los mejores resultados electorales, quizás los mejores de la historia moderna de un partido político. Sin embargo, yo soy una persona crítica y creo que Morena no se pensó sólo como un partido que gana elecciones, y ahí me parece que hay mucho por hacer”, admitió. “Nunca pensamos en obtener 36 millones de votos”, continuó, aquilatando con esta cifra el peso político de su partido.

“Tuvimos 30 millones, que fue un hecho en 2018, y la doctora planteó el objetivo de 36 millones. Yo francamente creía que era una meta muy alta, y si acaso lograríamos 33 millones de votos, hicimos una proyección (si ya nos iba súper bien)”, explicó Citlalli. “Una coalición simple era lo más fácil, habría sido un poco replicar lo que pasó en el 2018. Pero no. Y yo pienso que la mayoría de la ciudadanía sabe que es exagerado este discurso de que tenemos todo el poder: tener una mayoría calificada en el Congreso no es tener todo el poder”, aclaró sobre las quejas de la oposición.

La morenista Citlalli Hernández Mora. Revolución 3.0 / Eder López Aguilar
La morenista Citlalli Hernández Mora. Revolución 3.0 / Eder López Aguilar

La mayoría calificada se trata, insistió, de tener los votos suficientes para hacer modificaciones constitucionales. “Y nosotros no hemos planteado ninguna modificación constitucional regresiva”, dijo. “Queremos esa mayoría para aprobar reformas constitucionales que nos permitan convertir los programas sociales en derechos constitucionales, blindar la soberanía energética en la Constitución, y desde luego la reforma al Poder Judicial”, apuntó.

¿Sobrerrepresentación?

Citla recordó que desde febrero de este año, con motivo de la celebración de la Constitución de 1917, el presidente López Obrador presentó en Palacio Nacional un paquete de 20 iniciativas de reforma al Congreso de la Unión. Sobre esa plataforma se montó la campaña de Sheinbaum Pardo, quien en cada plaza del país pidió un voto masivo por Morena y sus aliados. No fue un secreto la estrategia electoral del obradorismo, ni su intención de obtener una mayoría calificada.

“Y, la verdad, no pensamos que nos fuera a ir tan excelentemente bien en la votación”, reconoció la morenista. “La ciudadanía, por lo menos quienes simpatizan con nosotros, siempre nos preguntó: ‘¿Cómo voto para el Plan C?’. Porque empezamos a comunicar que el Plan C no era votar solamente por Morena. Tan es clara la ley que sabemos que ningún partido podía lograr la mayoría calificada. Entonces, la coalición fue pensada justamente para que ya estando en el Congreso los votos de los diputados de cada partido sumen una mayoría”, dijo.

“Por eso es que en nuestra coalición el Verde tiene varias diputaciones, y el PT también, que desde algún punto de vista podría parecer desproporcionado, pero justamente fue pensado para llegar a un número en el que ningún partido -empezando por Morena- se sobrerrepresentara, y la suma de lo ganado en las urnas más la asignación plurinominal de cada uno de los partidos nos permitiera conquistar la mayoría calificada. Nosotros siempre fuimos muy claros: vamos por el Plan C, una mayoría calificada”, completó.

Una mayoría calificada de la 4T que se traduce en al menos 256 distritos electorales de 300, y en 30 estados para el Senado de los 32 en juego. “Es una realidad, tenemos en el marco de la ley, en el marco del derecho, en el marco de la construcción de una coalición pensada para eso, y en el marco de un respaldo popular que nos dio la ciudadanía, una mayoría calificada”, sentenció. “La que nos permita hacer reformas constitucionales, algunas pendientes que no pudimos aprobar en el sexenio del presidente López Obrador, y otras que la actual presidenta electa propone”.

“De ese tamaño fue el respaldo. Entonces yo no veo argumentos jurídicos en lo que plantea la oposición, e incluso hablan ahora de interpretar la ley y recordar el espíritu de la ley de 1996. Cuando escuchas a un panista hablar de cosas medio subjetivas como una ‘interpretación de la ley’ o de hacer alusión a que el Tribunal Electoral busque cuál era el espíritu de esa ley porque la Constitución dice ‘partido’ y no ‘coalición’, pues te das cuenta de que no tienen la razón”, reprochó.

La oposición

Citlalli Hernández criticó sin cortapisas ni eufemismos al panismo, cuyos cuadros -dijo- “suelen ser muy técnicos” y “siempre hablan del Estado de Derecho, de respetar la Constitución palabra por palabra, y ahora están haciendo un llamado al Tribunal Electoral para que haga una interpretación de la ley”. Guadalupe Taddei, consejera presidenta del INE, anunció que el 23 de agosto el instituto definirá la conformación de la Cámara de Diputados y Senadores, justo una semana antes de que arranque la LXVI Legislatura, aunque adelantó que para ello se basarán en la Constitución.

“Armamos una coalición no en la repartidera de cosas como lo hicieron Marko Cortés (PAN) y Alito Moreno (PRI) en Coahuila, sino en el análisis de los datos”.

“La oposición todavía no está analizando los errores que cometió para tener el descalabro electoral que tuvo, y nuevamente sigue tratando de engañar a la opinión pública, de ganar por la mala lo que no ganó en las urnas. Por supuesto es una falacia, es decir, juntar la votación en un 54% para nosotros es desconocer que se fueron 300 distritos federales por separado a una elección -cada distrito tuvo su elección-, y de esos 300 distritos nuestra coalición ganó la mayoría”, dijo.

“Tampoco era muy complejo”, confesó, aunque no quiso revelar del todo “sus secretos” para armar la coalición. “Si tú encontrabas la votación histórica de cada partido y hacías una proyección de, más o menos, cuánta gente iba a participar, entiendes qué distritos eran más competitivos para un partido o para otro, y por qué la mayoría de la población mexicana votó por nuestra propuesta, ya sea vía Morena, vía el PT o vía el Partido Verde “, dijo, recordando las palabras de Guadalupe Taddei al concluir el proceso: las elecciones se ganan en las urnas, no los tribunales.

“Como coordinadora de las coaliciones de la campaña de la doctora Claudia Sheinbaum, te puedo decir que armamos una coalición no en la repartidera de cosas como lo hicieron Marko Cortés (PAN) y Alito Moreno (PRI) en Coahuila, sino en el análisis de los datos, de cuáles eran nuestros alcances y nuestros límites para construir una coalición que nos permitiera ganar el mayor número de diputaciones federales vía representación de mayoría, y que ningún partido -que eso es lo que dice la Constitución- se sobrerrepresentara”, dijo.

De acuerdo con un artículo de Raúl Rojas en Nexos, en promedio la 4T tuvo que conseguir 88 mil votos para ganar una diputación federal, mientras que la oposición tuvo que hacer el doble de esfuerzo para el mismo sitial aunque con resultados por demás mediocres: 191 mil votos en promedio para un diputado federal del PAN, PRI, PRD o MC. Y salvo Aguascalientes y Querétaro, el pacto federal se pintó de guinda, en contraste con 2018 que dio origen a la opositora Alianza Federalista de Cabeza de Vaca, Silvano Aureoles, el Bronco, Miguel Riquelme, y otros exgobernadores de triste memoria.

“Si vemos la tendencia de la votación prácticamente no creció el PRIAN, es decir si sumamos el voto que tuvo Ricardo Anaya con el que tuvo José Antonio Meade en 2018, más o menos por ahí fue lo que tuvo esta vez el PRIAN (la gente que no nos quiere, pues). Tanto dinero, tanta guerra sucia, tanto odio, tanto clasismo, tanto miedo, tanto ataque al presidente, tantas mentiras, no fue suficiente para ganar un poco más de electores. El voto oculto nos benefició”, dijo la morenista.

“El PRIAN nos engañó en 2012, así como en otros años; decían que eran diferentes -continuó Citlalli Hernández-. Llegan al poder por vías separadas y lo primero que anuncian es ‘vamos a hacer un Pacto por México’. Es decir, no nos vamos a oponer entre nosotros (PRI, PAN PRD), vamos a votar en bloque todo este paquete de reformas, que no se habían dejado claro en la campaña, que fueron una sorpresa para maestros, para petroleros, para electricistas, para todo mundo y que eran regresivas, y eso sí fue una trampa”.

Y remató: “La oposición sigue cayendo en la mentira, en la trampa y en la hipocresía, porque nosotros siempre fuimos claros: vamos por esa mayoría, nuestra coalición tenía ese objetivo. Y ahí sí algunos opinadores decían: ‘qué bueno que los partidos se ponen de acuerdo’. Ahí no decían que el Pacto por México le daba todo el poder a un proyecto político, una mayoría que votaba todo con el PRI, no que ahora dicen que sí hay un riesgo democrático con nuestra mayoría. Yo pienso que eso es hipocresía”.

El futuro y adiós a AMLO

Desde un principio sus favoritas fueron Claudia Sheinbaum y Clara Brugada para la Presidencia y para la Jefatura de Gobierno, respectivamente. Citlalli no zigzagueó como algunos apoyando a Marcelo Ebrard o a Omar García Harfuch, lo cual le valió una invitación de la presidenta electa y de la jefa capitalina a unirse a sus gobiernos sin que hasta ahora tome una decisión al respecto. “Por supuesto quienes son muy críticos dicen: ‘se puso ella porque es dirigente’. Hoy lo puedo decir, la doctora fue quien propuso como un reconocimiento quizás, no sé por qué lo haya hecho, no quiero interpretar. Pero, bueno, formo parte de la lista plurinominal al Senado por ella”, reveló.

La morenista Citlalli Hernández Mora. Revolución 3.0 / Eder López Aguilar
La morenista Citlalli Hernández Mora. Revolución 3.0 / Eder López Aguilar

“Claro que he trabajado pero te puedo decir que ninguna de las responsabilidades que he tenido las he buscado: no busqué ser diputada local, no busqué ser senadora, no busqué ser secretaria general, ha sido el resultado de una serie de condiciones. Yo siempre me pensé como una militante de izquierda obradorista, que su labor social iba a ser el periodismo. Yo estudié periodismo. Pero mi militancia activa me ha llevado a asumir varias responsabilidades”, insistió.

En frente, el grupo de odiadores de Citlalli Hernández no es menos influyente; por mencionar a tres de ellos, Ricardo Salinas Pliego, Lilly Téllez y la Catrina Norteña. Paradójicamente esto es un reflejo de su crecimiento como política profesional, aunque no le quita el sueño y sólo recomienda a la próxima diligencia “concentrarse más en cómo fortalecer el movimiento, seguir conduciendo un partido exitoso y seguir promoviendo la organización del pueblo de México”.

“Me siento profundamente afortunada porque a mis 34 años tengo una visión 360, porque he sido militante de base que cuestiona, que no entiende las decisiones de la dirigencia, que exige, que hace pleito. Y entonces entiendo a la militancia de base cuando hace planteamientos legítimos o cuando lo único que pide es que su dirigencia dé la cara y le explique”. Y bromeamos sobre el caso de Sergio Mayer, de nuevo diputado federal por Morena aun cuando simpatizó con la opositora Marea Rosa.

“Pero también tuve el honor de ser diputada local con el presidente López Obrador como dirigente del partido, entonces aprendí muchísimo de esta capacidad política que él tiene de siempre mirar más arriba de lo banal, de lo individual”, señaló. “Y puedo explicarle a un militante de base por qué tomar algunas decisiones, y puedo ser voz de los militantes de base en la cúpula partidista de por qué no es la mejor decisión, una u otra decisión”.

Finalmente, sobre la conclusión del gobierno de López Obrador y su retiro de la política, Citlalli recordó las palabras de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, y el poema “A Gloria” de Salvador Díaz Mirón. Por lo que manifestó que “como el principal líder de la oposición durante décadas y como un político que ha perdido”, “una derrota como las que la ha tenido y seguir luchando sin detenerse, y seguir convocando y tener la responsabilidad de decirle a la gente que no pierda la esperanza, no es menor”.

“Pues, mira, como Layda, cada que lo piensas se te hace un nudo en la garganta. O sea, para mí Andrés Manuel ha sido la persona que más admiro desde los 14 años, y cada que yo he avanzado en responsabilidades políticas, lo admiro mucho más. En lo personal, porque tomar una decisión personal, de entrega total a una causa y lo que eso significa en términos de tiempo, de dejar de ver quizás a tus amigos, a tu familia, dedicar tu vida personal, etcétera, no es una decisión sencilla”, dijo.

“Y en términos políticos, yo diría que Andrés Manuel es como este poema: es un ave que ha cruzado un pantano y no se ha manchado. Y no es fácil en política. Andrés Manuel López Obrador se va a retirar con la indiscutible calidad de ser un político que ha hecho de la subida un acto de constante honestidad, y eso nadie lo niega”, explicó. “Hay distintas voces propias y de extraños que reconocen que Andrés Manuel será lo que sea, pero que es un político honesto. Y nadie está listo para que se vaya Andrés Manuel. Emocionalmente, racional y políticamente lo entendemos, aunque yo sí te diría que nos va a doler”.

“Creo también que es una decisión de mucha altura. No es fácil, cuando haces política se vuelve un modo de vida, casi que una adicción. Irte a encerrar a tu rancho no creo que sea una decisión sencilla, pero creo que es la decisión más inteligente de un dirigente político como Andrés Manuel. Además, creo que su legado ya es incuestionable y, la otra, sin duda la doctora es lo mejor -como él dice- lo mejor que le ha pasado a México, la mejor continuidad para que justamente su legado tenga buen rumbo y yo estoy convencida que Claudia también será una gran presidenta”.

- Anuncio -spot_img
- Anuncio -

MÁS RECIENTE

- Anuncio -

NO DEJES DE LEER

- Anuncio -