Se podría afirmar que vivir en una era tecnológica, donde la mayoría de los deberes giran en torno a un teléfono, en la que el trabajo se puede desarrollar a distancia e incluso las clases se llevan en línea, es algo negativo. Sin embargo, soy una persona que le gusta ver el vaso medio lleno, y si bien el mundo desde la sopa de murciélago en Wuhan no ha sido el mismo, ello no significa que nos acercamos a la decadencia de la especie o al fin de los tiempos, pues en esta era de cubre bocas, sana distancia y gel antibacterial se vislumbra también una nueva realidad, una forma distinta de ver la vida y, específicamente en lo que me apasiona -el derecho-, una nueva forma de acceso a la justicia para todas, todos y todes.
A partir de la crisis generada por Covid-19, el Sistema de Justicia en México padeció los efectos de la cuarentena. La aparición de acuerdos como respuesta a las recomendaciones de la OMS para adoptar medidas preventivas de protección a servidoras y servidores públicos, abogadas y abogados litigantes, así como a la población en general, pusieron en crisis a la administración e impartición de justicia tradicional.
Ante tal hecho, el Poder Judicial a nivel Federal se vio en la necesidad de innovar, adoptando mecanismos tecnológicos para que las personas pudieran presentar juicios, comparecer a audiencias, revisar expedientes e incluso firmar promociones de manera remota y digital, asumiendo la responsabilidad de cumplir con la máxima Constitucional de que “la justicia debe ser pronta y expedita”.
En Querétaro, como consecuencia de la crisis sanitaria, nace el trabajo “a distancia”, la atención prioritaria de casos urgentes, la suspensión de plazos y términos para casos restantes, así como el trámite de los asuntos “en línea”, pues ante la adversidad se tuvo que adoptar una “nueva normalidad” continuando la operatividad gracias al esfuerzo de operadoras y operadores del sistema de justicia de la entidad.
A un par de meses de cumplir dos años en pandemia, parece que los cambios llegaron para quedarse, no solo por las múltiples olas de contagios, sino porque el Poder Judicial se dio cuenta de un área de oportunidad que facilita y economiza la procuración de justicia.
Derivado de ello, el pasado 18 de enero se presentó una iniciativa de ley que pretende reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Querétaro, a fin de establecer la “Justicia en Línea”, mediante la creación de un “Tribunal Virtual”. De acuerdo con información oficial publicada en la página de la legislatura3, “la iniciativa busca modernizar el sistema de justicia en nuestra entidad, señalando que se debe contar con herramientas tecnológicas que estimulen la independencia judicial y la transparencia de los órganos”.
Con los cambios en mención, no desaparece el sistema tradicional bajo el que opera el Poder Judicial del Estado de Querétaro, pero sí visibiliza la posibilidad de un mundo jurídico post pandemia que sea justo, cercano y transparente, pero sobre todo, un sistema de justicia garante de derechos humanos que eche mano de la tecnología y la innovación para alcanzar sus objetivos.
Estar al pendiente de iniciativas como ésta, es nuestra responsabilidad ciudadana, por lo que mas adelante estaré compartiéndoles la actualización del estado que guarda dentro del proceso legislativo en la conocida “casa del pueblo”.
– Andrea Tovar Saavedra –