Una convocatoria a nivel nacional para una “Marcha del Silencio”, promovida principalmente por jóvenes identificados con la Generación Z, resultó en un fracaso de asistencia en la Ciudad de México (CDMX) este domingo 14 de diciembre. A pesar de una intensa difusión en plataformas digitales y redes sociales, solo un reducido número de personas se presentó en el punto de partida, lo que subraya las dificultades para trasladar la protesta virtual a una acción masiva en el espacio público.
Síntesis de la Convocatoria y Trayectoria
La movilización había sido planteada bajo el nombre de “Marcha del Silencio” y estaba dirigida a la población de entre 18 y 30 años, el segmento demográfico conocido como Generación Z.
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Objetivo y Propósito: Los organizadores, que se mantuvieron en el anonimato, buscaban una protesta pacífica que supuestamente tenía como fin manifestar el descontento de los jóvenes ante problemas sociales y políticos, aunque las demandas específicas no fueron claramente definidas en el espacio público.
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Difusión Digital: La convocatoria circuló ampliamente en redes como TikTok, Instagram y X (antes Twitter) durante semanas, generando expectativas sobre la posible primera gran manifestación de esta generación. El esfuerzo digital contrastó notablemente con la baja respuesta en las calles.
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Asistencia y Resultado: La cita estaba programada para las 10:00 horas en el Ángel de la Independencia, pero la afluencia de manifestantes fue mínima. Diversos reportes de prensa y en la propia zona confirmaron la escasa participación, lo que llevó a considerar la convocatoria como fallida.
Comentarios Relevantes
El resultado de la marcha ha generado varios comentarios y análisis sobre el papel de la Generación Z en la política y la protesta social.
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El desafío de la movilización: El fracaso de la convocatoria pone de relieve una de las paradojas del activismo digital: la dificultad para convertir la indignación y el debate en línea en una acción coordinada y masiva fuera de internet. Este hecho “vuelve a fracasar” en el intento de consolidar una protesta física de la Generación Z.
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Contraste con el pasado: La escasa afluencia contrasta con la capacidad de otras generaciones o grupos para organizar y llenar las calles de la capital. Medios destacaron que la “Marcha del Silencio” reunió a pocas personas en CDMX, lejos de las cifras que se esperaban por la viralidad en redes.
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Motivación y Liderazgo: Algunos análisis sugieren que la falta de un liderazgo claro, así como de un pliego petitorio concreto y entendible, pudo haber afectado la credibilidad y la motivación de los posibles participantes. A pesar de los “detalles” difundidos, la falta de una causa unificadora no logró movilizar a la masa crítica necesaria.
Este evento sirve como un precedente importante para entender los mecanismos de participación cívica y las limitaciones de la convocatoria a través de plataformas digitales para las nuevas generaciones.
