Natalia Antezana Bosques / @Natalia3_0
(20 de junio, 2013).- “Frente a la nación, reafirmo: Pemex no se vende ni se privatiza. Pemex debe transformarse y debe modernizarse. Pemex es y seguirá siendo patrimonio de todos los mexicanos” dijo Peña Nieto en el aniversario de la expropiación petrolera el 17 de marzo del año 2013.
Sin embargo, en declaraciones realizadas a la prensa internacional en su gira por Europa, informó que impulsaría los ‘cambios constitucionales necesarios para darle certeza a los inversionistas privados’. Asimismo, The Wall Street Journal, publicó que en entrevista con altos funcionarios mexicanos, éstos habían asegurado que sí se pretende la inversión privada, incluso en un modelo donde se compartirían los riesgos tanto de pérdida como de ganancia.
The Wall Strees Journal señaló que fuentes consultadas por el diario revelaron que sí se pretende realizar enmiendas a las constitución mexicana para permitir dicha inversión, que resultaría en ganancias compartidas: 70 por ciento para el estado y 30 por ciento para la empresa privada.
“La constitución señala que el sector de los hidrocarburos es estratégico para el país, por lo tanto, la explotación es exclusiva del estado”, señaló el doctor en derecho Jaime Cárdenas, basado en el artículo 27 constitucional. Aseveró que en el artículo 28 se definen 3 tipos de figuras económicas: 1) la estratégica: exclusiva del estado; 2) la prioritaria: donde el estado tiene la rectoría pero puede compartir la explotación económica; 3) libre mercado, explica a REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO el especialista.
Por otra parte, el doctor Alberto Montoya afirmó que en el Pacto por México está establecida la privatización, ya que está plasmado el concepto de “rectoría”, que se utiliza cuando participan los sectores públicos y privados. “Es un insulto a los mexicanos que nos digan que no se va a privatizar Pemex cuando en el propio lenguaje con el que se emiten estos compromisos se está afirmando que se va a privatizar”, dijo el experto en la materia.
Montoya explica que uno de los riesgos de la privatización es que se pierda la renta petrolera, de la cual el gobierno federal obtiene un 40 por ciento del ingreso para el gasto corriente. Por lo tanto, si el gobierno ya no contara con ese ingreso seguro tendría que suplirlo con un alza de impuestos a la población.
La renta petrolera es la ganancia del crudo, es decir, si el costo de producción de un barril cuesta en promedio 10 dólares, y se vende en 100 dólares, la ganancia de 90 dólares es a lo que se le llama renta petrolera. Y puesto que el petróleo es muy rentable, el gobierno federal obtiene gran parte de sus ingresos con la exportación del mismo.
Cabe señalar, que actualmente sólo se tienen reservas probadas para 9.6 años más, es decir, que si seguimos produciendo al mismo ritmo, el crudo puede agotarse. Existen reservas prospectivas para 27 años, en las que está basada la Estrategia Energética -aprobada en el mes de marzo-. Sin embargo, éstas últimas no están probadas aún, por lo tanto, no se puede contar con ellas, según el ingeniero petrolero Francisco Garaicochea.