El sacerdote Alfredo Gallegos, popularmente conocido como el “Padre Pistolas”, se ha colocado nuevamente en el centro de la controversia. Tras la fuerte condena de la Iglesia y de figuras políticas por sus declaraciones en las que amenazaba a la gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García, el párroco ofreció una respuesta, asegurando que sus palabras fueron malinterpretadas y desmintiendo ser misógino.

Gallegos, quien oficia en Chucándiro, Michoacán, afirmó que la verdadera violencia es la que afecta a la población vulnerable por la escasez de agua, un problema que, según él, está relacionado con las obras del Acueducto El Solís en León, Guanajuato.
Comentarios Polémicos y Justificación
Las declaraciones que generaron indignación fueron pronunciadas durante una misa. El “Padre Pistolas” sentenció: “Yo le voy a partir su madre, a ella, porque es la culpable de que nos vaya a matar de hambre a todos”, refiriéndose a la gobernadora García.

Al defenderse, el sacerdote minimizó la acusación de misoginia, señalando que sus críticas no tienen que ver con el género de la funcionaria, sino con las consecuencias de sus decisiones sobre el agua.
“Yo no soy misógino. La violencia es que nos deje sin comer, y por el Acueducto El Solís León nos va a dejar sin comer, porque nos va a dejar sin agua”, declaró Gallegos.
“La gente está sufriendo, la gente se está quedando sin comer por la culpa de este gobierno”, agregó.
Reprobación de la Iglesia Católica
Ante la gravedad de las palabras, la jerarquía católica de México emitió un comunicado tajante. El arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, y la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reprobaron enérgicamente las amenazas, calificándolas de “expresiones violentas” y contrarias a la misión de un sacerdote.
La Iglesia recalcó que no existe justificación para el lenguaje agresivo y que la violencia en cualquiera de sus formas es inaceptable, deslindándose de las posturas del “Padre Pistolas”.
Trayectoria del “Padre Pistolas”
Jesús Alfredo Gallegos Lara, mejor conocido como el “Padre Pistolas”, es un sacerdote originario de Guanajuato que ha servido a la feligresía de Chucándiro, Michoacán, por casi dos décadas. Su apodo y notoriedad provienen de su estilo controversial y de sus sermones sin filtros, en los que aborda temas de política, inseguridad, y desigualdad, a menudo utilizando lenguaje altisonante.

A lo largo de su carrera, Gallegos ha estado en constante conflicto con la jerarquía católica, lo que ha derivado en múltiples amonestaciones y suspensiones por desobedecer las directrices eclesiásticas.
- Uso de armas: Es conocido por portar un revólver, incluso durante la misa, argumentando que es una medida de autodefensa ante la inseguridad en Michoacán.
- Críticas al gobierno: Sus homilías suelen ser plataformas para enérgicas críticas a las autoridades por la corrupción y la violencia.
- Conflictos con la Iglesia: Ha sido amonestado y suspendido por el Arzobispo de Morelia por su lenguaje, por oficiar armado y por promover remedios naturales sin aval. No obstante, en varias ocasiones ha desafiado la sanción y ha contado con el respaldo de sus feligreses.
El incidente con la gobernadora de Guanajuato es el más reciente capítulo en la larga lista de polémicas del sacerdote, reabriendo el debate sobre el papel de figuras religiosas en el discurso político y la defensa contra la violencia de género en el ámbito público.


