Foto: Javier Pérez Maya
(12 de febrero, 2014).- “Emma Goldman”, repetirá una y otra vez frente a un oficial que no habla la misma lengua que ella. No resalta en esa fila de migrantes que esperan para entrar a Estados Unidos, ese paraíso prometido que vienen buscando desde sus naciones en la lejanía. Cuando aprueban su entrada, nadie imagina lo que puede hacer. A fin de cuentas, sólo es una mujer cruzando una frontera.
Pilar Bolíver encarna a Emma Goldman en la puesta Emma, “La mujer más peligrosa”, un monólogo biográfico que presenta fechas clave en la vida de Goldman, una figura icónica en la lucha por los derechos de la mujer y personaje fundamental en la difusión de la filosofía política anarquista en América del Norte y Europa.
La sencillez de la escenografía permite transportarnos a los distintos escenarios en los que se desenvolvió la vida de Emma Goldman. Sin más elementos que una mesa, una pizarra, un banco, cuatro muros y una valija, caminamos junto a ella y su incertidumbre a su llegada a Estados Unidos, lo mismo que en su oficina donde dicta un discurso incendiario, o en alguna corte estadounidense donde el gobierno la acusa de incitar a la sedición.
Democracia, justicia, igualdad, son palabras constantes en sus discursos, en sus diálogos. Los pasajes históricos de la vida de Goldman y de la propia vida de la nación estadounidense no sólo funcionan como una ventana desde donde el espectador se asoma a la historia: al mismo tiempo se convierten en recordatorio de lo poco que ha cambiado el mundo en un siglo, y de cómo las luchas de Emma Goldman y sus contemporáneos anarquistas siguen vigentes.
J. Edgar Hoover, director de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), la declaró una de “los comunistas más peligrosos para éste país”. Sólo era una mujer. Y no. Era todas, las mismas que la sociedad relegó a segundo plano. A pesar de que ha pasado casi un centenario de las luchas de Emma Goldman, Emma, “La mujer más peligrosa” nos recuerda que no hay victorias claras, que quizá sea más que una lucha centenaria, una guerra cuyo fin no parece acercarse. Pero vale la pena, por uno mismo, por aquellos cuyos derechos son vulnerados, vale la pena seguir luchando.
Emma, “La mujer más peligrosa” estará en el Teatro La Capilla todos los lunes hasta el 31 de marzo.