La figura de las oficinas de Gestión de la Sostenibilidad, Cambio Climático y Resiliencia a nivel federal y local es cada día más frecuente en el mundo, ante el enorme reto de conjuntar una visión amplia y holística de todos los riesgos e impactos posibles de cada proceso —incluidas las agendas internacionales— y que deben implementarse en la acción pública en programas e infraestructura física, osea el manejo del gasto público.
Esta oficina debe fortalecer a las instituciones con conocimiento experto, elevando las capacidades ambientales a través del entrenamiento especializado en gestión de la sostenibilidad. Otra de sus tareas, además facilitar la cohesión y un sentido de colaboración para facilitar el entendimiento y el trabajo entre los numerosos equipos técnicos, oficinas gubernamentales —entre las más comunes: parques, infraestructura, energía, agua, transporte, costas, cuidado del ambiente, obras públicas, financiadores de proyectos, salud, deportes, cultura, entre otras—. En pocas palabras, esta oficina asegura que se cumplan las metas en materia de sostenibilidad y resiliencia. En México, este cambio gubernamental es la gran oportunidad, y tal vez la última, para ajustar una propia ruta acelerada hacia el cumplimiento de algunas agendas para 2030.
Esta oficina, también debe contar con un conocimiento de las metodologías más adecuadas para detectar, controlar, mitigar, remediar y restituir las condiciones socio-ambientales necesarias para asegurar un desarrollo económico sostenible, con ello otorgando la gobernanza requerida para asegurar los proceso que de otra forma se puede sentir una misión tan abrumadora que podría parecer imposible.
La resiliencia es definida como la capacidad de adaptación de los procesos para que se generen las soluciones adaptadas a una nueva realidad con temperaturas extremas, aumento del nivel del mar y proliferación de los eventos climáticos, algunos de ellos extremos. Y junto con la sostenibilidad debe estar incorporada en la sociedad para hacer frente a la siguiente revolución industrial que es la economía super inteligente, una realidad que en algunas latitudes ya experimentan. Ciudades altamente tecnificadas, conviviendo con ambientes naturales, impactos controlados y ecotecnologías para responder a cada uno de ellos. Las propuestas incluyen la combinación de estrategia de conservación, desarrollos de bajo impacto y restitución de espacios, permitiendo los netos positivos y los diseños urbanos altamente habitables que otorgan gran calidad de vida a los ciudadanos. En el campo supone la corrección de modos de producción agropecuarios a otros más ajustados para preservar modelos más limpios y sostenibles.
El día de hoy estamos ante la innegable realidad: los sistemas naturales, ya están sobrecargados, y todavía deben responder a demandas aún crecientes. Además de que las graves consecuencias del cambio climático ya están aquí. Estos eventos climáticos están siendo cada vez más frecuentes, de mayor intensidad, y se registran más anomalías climáticas.
Una oficina que se ocupe de la gestión de la sostenibilidad se encarga de utilizar los recursos de manera óptima para crear sinergias entre las diversas oficinas gubernamentales y todos los agentes clave involucrados enfocándonos hacia un fin común. Es importante —más bien urgente— cubrir las funciones para atender los temas con capacidad de transversalidad para actuar con todos como lo refiere la agenda de desarrollo sostenible para todo y para todos. Que nadie se quede afuera.
Trabajar en comités ejecutivos multidisciplinarios y multi-actor, fijando objetivos —comenzando por los urgentes— y combinando el expertise científico y técnico con las habilidades de gestión para mover los procesos a nivel institucional, acompañado de expertos con influencia en fenómenos sociales, políticos, y enlaces con el sector privado para hacerlos parte del cambio en lugar de tener que obligarlos y de esta manera dotar de gobernanza al proceso.
La incorporación de marcos de mejora continua en la gestión sostenible y de resiliencia aseguran la incorporación e internalización del conocimiento y los casos de éxito en la materia y se mantenga actualizada y fortalecida la acción institucional, además de que el enfoque integral hará efectiva la gestión.
Algunos de los temas y acciones más relevantes en las oficinas de sostenibilidad y gestión son:
- Evaluación de riesgos y vulnerabilidad: Identificar y evaluar los riesgos relacionados con el cambio climático y la sostenibilidad en la región o localidad específica. Esto implica analizar los impactos potenciales en la infraestructura, la economía, la salud pública, el medio ambiente, entre otros aspectos.
- Planificación y adaptación: Desarrollar planes de acción específicos para adaptarse a los impactos del cambio climático y promover la resiliencia en la comunidad. Esto debe incluir la revisión y actualización de la legislación, los códigos de construcción, el fomento de prácticas agrícolas sostenibles, la promoción de la movilidad urbana sostenible, el uso de sistemas de manejo integral de agua, entre otras muchas medidas.
- Mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): Se trata de desarrollar estrategias para reducir las emisiones de GEI a nivel local. Esto puede implicar la promoción de energías renovables, la eficiencia energética, la gestión de residuos, entre otras acciones.
- Educación y sensibilización: Realizar campañas educativas y de sensibilización para informar a la comunidad sobre los desafíos del cambio climático, la importancia de la sostenibilidad y las acciones que pueden tomar a nivel individual y colectivo. Elevarlos a capacidades por medio de los promotores locales por la sostenibilidad, quienes recibirán un entrenamiento especializado y un reconocimiento y cuya habilidad principal será permear en el día a día la práctica de sostenibilidad en las poblaciones locales con asistencia, apoyo y organización.
- Colaboración y participación: Fomentar la colaboración entre diversos actores, incluyendo gobiernos locales, empresas, organizaciones no gubernamentales, comunidades locales y ciudadanos. La participación activa de todas las partes interesadas es fundamental para el éxito de las iniciativas de sostenibilidad y resiliencia.
- Monitoreo y evaluación: Establecer sistemas de monitoreo para evaluar el progreso hacia los objetivos de sostenibilidad y resiliencia, y realizar ajustes según sea necesario. Esto implica la recopilación de datos relevantes y la medición de indicadores clave de desempeño.
- Integración en la planificación urbana y territorial: Incorporar consideraciones de sostenibilidad y cambio climático en la planificación urbana y territorial, asegurando que las decisiones de desarrollo sean coherentes con los objetivos de resiliencia y mitigación.
- Gestión de recursos naturales: Promover incansablemente prácticas de gestión sostenible de los recursos naturales locales, como el agua, la tierra y la biodiversidad, para garantizar su conservación a largo plazo.
Estas áreas de enfoque pueden variar según las necesidades y características específicas de cada comunidad o región, para proporcionar una base sólida para el trabajo de una oficina de Sostenibilidad, Cambio Climático y Resiliencia a nivel local.
Para terminar, hay un resultado tangible de la conversión de una oficina de ambiente en una de sostenibilidad. Por ejemplo, el equipo a cargo del Tramo 4 del Tren Maya[1], quien siguió la metodología puntualmente, enfocó sus esfuerzos al logro de dos alcances innovadores por su enfoque holístico y el cumplimiento exhaustivo de las medidas de sostenibilidad y resiliencia con el Parque la Plancha en Mérida Yucatán y del Paso de Fauna de Leona Vicario en Quintana Roo.
Los equipos institucionales del ámbito federal, coordinadores del proceso, colaborando con el gobierno estatal, municipal, técnicos, constructores, subcontratistas, comunidades, ejidos, organizaciones de la sociedad civil, promotores culturales, entre otros muchos involucrados fueron capaces de establecer esta plataforma común de trabajo en un ambiente colaborativo, transversal y ágil, combinando trabajo de gabinete y de campo y supervisión constante, además de guía y supervisión técnica cercana.
Lo anterior fue posible implementando puntualmente la guía de mejora continua para la incorporación de la sostenibilidad al marco ENVISION[2] del Instituto de la Infraestructura Sostenible. Por medio de un equipo especialista en gestión se controló el proceso hasta la conclusión de los sitios, en combinación con todos sus equipos técnicos. Gracias a la confianza de la alta dirección y a la capacidad probada y actualizada,por la mejora contínua, se ha logrado este resultado que puede ser replicado en cada caso, siempre y cuando se sigan los pasos que han dado resultados en al menos 700 proyectos con alcances de calidad certificable.
En México se puede también, eso y mucho más.
[1] Ruta del Tren Maya: ¿por dónde pasará y cuáles son sus estaciones? (FOTOS y mapa)
[2] Manual de orientación de Envision V3 Traducido al español
