Por Karla Hernández
Desde el 16 de octubre pasado, luego del anuncio del gobierno de Raúl Castro, muchos de los cubanos esperaban este lunes 14 de enero para que entrara en vigor la reforma migratoria que establece que los habitantes de la isla tienen derecho a viajar al exterior sin pedir permiso al gobierno. Ahora sólo necesitarán su pasaporte en regla o, si es el caso, el visado correspondiente que exija el país de destino.
El permiso de salida era usualmente negado sin que las autoridades brindaran mayores explicaciones, ahora la única restricción es “ser profesionista”.
Dicha reforma migratoria no sólo beneficiará a los mayores de 18 años de edad sino también a casi dos millones de emigrados cubanos que podrán visitar la isla sin restricciones.
Por lo anterior, esta reforma posibilita normalizar las relaciones de la emigración y flexibiliza ciertas condiciones de algunos migrados.
El gobierno cubano eleminó el “permiso de salida” o “tarjeta blanca” que era necesario obtener para salir del país, junto a otros documentos como la “carta de invitación”, que también se suprime.
Se amplía el tiempo en que un cubano puede permanecer en un país extranjero, que pasa de 11 a 24 meses. Mientras que a quienes habían abandonado definitivamente el país podrán viajar a la isla y tener una estancia de hasta 180 días.
La reforma migratoria cubana da también algunos pasos para permitir, incluso, la “entrada temporal” de emigrados que el gobierno cubano consideró “ilegales”, incluidos médicos y deportistas que desertaron o abandonaron el país en los años noventa.