Naucalpan, México. Un grito de “¡Justicia!” resonó este lunes en el Periférico Norte. Un grupo de mujeres transgénero y colectivos aliados bloquearon la vialidad y marcharon hacia el Palacio Municipal de Naucalpan para exigir que se castigue a los policías de la Guardia Municipal que presuntamente torturaron a Michelle Cano Hernández, una mujer transgénero de 34 años. Este impactante caso ha puesto en el ojo del huracán la violencia de género y la transfobia dentro de las fuerzas de seguridad.

La escalada de la violencia y la denuncia valiente
Los hechos ocurrieron la madrugada del sábado 26 de julio, en las inmediaciones del Metro Cuatro Caminos. Michelle Cano relató en un desgarrador video difundido en redes sociales cómo intentó defender a un joven que estaba siendo agredido por policías. En respuesta, ella y el muchacho fueron subidos a la fuerza a una patrulla y llevados a una zona desolada, detrás de unas fábricas en la colonia San Francisco Cuautlalpan.
Ahí, comenzó la pesadilla. Michelle denunció que fue brutalmente golpeada, torturada y humillada. Detalló que tanto hombres como mujeres policías la picaron en los senos, con amenazas de extirparle las prótesis, le dieron toques eléctricos en los genitales y le quemaron el cabello. Durante la agresión, los uniformados la ofendían con comentarios transfóbicos como “tú no eres mujer, güey, eres cabrón”. Una oficial incluso la golpeó en la cabeza con la cacha de una pistola y le fracturaron el rostro.
Lo más escalofriante de su relato es que fue obligada a grabar un video donde acusaba al joven que intentó defender de haberla violado, y donde además prometía no denunciar a los policías. La amenazaron con regresar vestidos de civil para hacerle daño a ella, a su familia y a sus compañeras sexoservidoras si hacía público lo sucedido. A pesar del miedo, Michelle decidió alzar la voz para denunciar la terrible agresión.
Naucalpan: Un historial de alerta de género y la exigencia de respuestas

Este incidente pone nuevamente en evidencia la situación de violencia contra las mujeres en Naucalpan, un municipio que desde 2015 cuenta con una Alerta de Género por Violencia Feminicida. Esta declaratoria implica que se deben invertir recursos públicos y capacitar a servidores para atender y prevenir este tipo de delitos. Sin embargo, el caso de Michelle Cano demuestra que las medidas implementadas aún son insuficientes para garantizar la seguridad y el respeto a los derechos humanos de todas las personas, especialmente de la comunidad LGBTQ+.
El Colectivo Mujeres Trans Libres Naucalpan, encabezado por Alondra González, ha exigido la comparecencia del alcalde Isaac Montoya Márquez y la presentación inmediata ante el Ministerio Público de los elementos involucrados. Han solicitado una disculpa pública para Michelle Cano y la reparación de los daños causados, destacando que la salud física y emocional de la víctima es delicada. Las comisiones de derechos humanos del Estado de México y de la Ciudad de México ya han tomado cartas en el asunto.
La comunidad y los colectivos de derechos humanos seguirán de cerca este caso, esperando que se haga justicia y que se tomen medidas contundentes para evitar que este tipo de abusos se repitan.