De acuerdo con el columnista de El Universal Raúl Rodríguez, la decisión de Enrique Peña Nieto es una estrategia para no perder el poder, luego de una gestión marcada por corrupción inseguridad y violencia, además de evitar a toda costa que gane Andrés Manuel López Obrador.
Meade abandarerá la continuidad de los negocios que vienen con las reformas estructurales “Por eso es el candidato de las élites económicas nacionales y extranjeras, de la derecha y el centro, y de no pocos ciudadanos que sucumbirán otra vez a la guerra sucia por venir con la misma narrativa de que la opción AMLO es un peligro para México” señala el columnista.
El hecho de que el ex Secretario de Hacienda no sea un militante del tricolor, en realidad forma parte de una estrategia, pues se desvincula de la corrupción de dicho partido además de que ha pertenecido a diferentes partidos políticos, lo que lo convierte para la ciudadanía una persona apartidista “por lo tanto, el menos sucio de entre quienes podrían haber abanderado al PRI. Suma a ello una capacidad técnica y administrativa obtenida al frente de cuatro secretarías de Estado, que aporta, para la construcción de su imagen, responsabilidad y mesura, complementadas además por el atributo personal de la sencillez”.
Lo anterior es debido a que Peña Nieto tiene en claro que la verdadera confrontación será contra Andrés Manuel López Obrador y Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y aunque igual que en julio pasado saboteará alianzas y comprará votos, sabe que su mejor recurso es enfrentar “al verdadero opositor con un candidato sanamente distanciado del PRI, presumiblemente ajeno a la corrupción y tecnócrata eficaz que le dé continuidad al proyecto de las reformas estructurales.”
Finalmente el columnista destaca que debido a que México vive en un sistema capitalista que para cambiarlo requeriría una revolución mundial, AMLO debe matizar su discurso y concitar más el apoyo del capital privado, “acaso deba enfatizar más en la moderación de la desigualdad y en un reparto más equitativo de la riqueza, corriéndose un poco hacia el centro y al voto temeroso que en él se ubica”.
