(14 de junio, 2019. Revolución TRESPUNTOCERO).- Esta semana, nuestra #MedallaDeHorror va para Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), quien se ha ido más de una vez a la yugular de Andrés Manuel López Obrador.
Pero, ojo; más allá de su desavenencia política contra el Presidente, la medalla va por las razones de esta constante oposición.
En diversas ocasiones ha dicho que por las “caprichosas decisiones” del tabasqueño, ahora es más costoso y arriesgado invertir en nuestro país o en empresas mexicanas y que “nos estamos volviendo menos competitivos a nivel mundial”.
Enmascaradas de “exhortaciones”, los tuits de la Coparmex exhiben constantemente al gobierno federal y a cualesquiera decisiones de la 4T. Es bien cierto que las críticas de Confederación no son nueva, incluso, mucho antes de que AMLO ganara la Presidencia. Pero, ¿por qué incluso formar un colectivo para ello?
De acuerdo con el periodista de Proceso, Álvaro Delgado, de Hoyos está junto con Claudio X. González Guajardo y las organizaciones México Unido Contra la Delincuencia, y Causa Ciudadana, al frente de #NoMásDerroches, un colectivo que ha reunido cuatro resoluciones judiciales obtenidas contra la construcción de Santa Lucía: tres de ellas obligan a las autoridades a detener las labores hasta que se cuente con los permisos ambientales y la última pide suspender cualquier obra hasta que se obtenga la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Esto, de acuerdo con algunos expertos podría esconder una razón política. Y es que en 2017, medios como La Política Online, sostuvieron que De Hoyos buscaría colocarse como senador por parte del PAN, y recientemente, en su columna para El Heraldo, Álvaro Carrillo ha afirmado que la Coparmex, “ha intensificado su participación en política a través de su dirigente nacional, Gustavo de Hoyos Walther, cuya candidatura a la Presidencia de la República está en plena construcción”.
Entonces, nos preguntamos, la de De Hoyos ¿es una legítima crítica o oportunismo político?