La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevó a cabo un operativo nacional simultáneo que resultó en la clausura de 26 aserraderos que operaban sin la documentación legal necesaria. La acción, que abarcó inspecciones en las 32 entidades del país, se dirigió a Centros de Almacenamiento y Transformación de Materias Primas Forestales (CAT), con el objetivo de combatir la tala y el comercio ilegal de madera.
El operativo, que contó con el apoyo de la Guardia Nacional, inspeccionó un total de 71 CAT. Las 26 clausuras se impusieron a centros que no presentaron su autorización de funcionamiento o que no pudieron acreditar la procedencia legal de la madera que almacenaban.
Resultados y datos relevantes
El impacto de este operativo se midió en la cantidad de recursos asegurados:
Se decomisaron un total de 3 mil 793 metros cúbicos de madera.
Además, se aseguraron 175 kilos de carbón vegetal, 47 herramientas y equipos de aserrío, y 9 vehículos utilizados para el transporte ilegal.
La procuradora federal, Mariana Boy Tamborrell, destacó la importancia de estas acciones, señalando que “proteger los bosques es una tarea prioritaria para el sector ambiental” y envió un claro mensaje contra la impunidad: “se acabó la impunidad para quienes destruyen nuestros bosques”.
Las inspecciones se realizaron en diversos estados, como Morelos, donde dos de tres aserraderos visitados en Huitzilac no contaban con permiso. En el Estado de México se clausuró un CAT que se negó a la orden de inspección, asegurando 246 metros cúbicos de leña. La Profepa reportó que en estados como Aguascalientes, Coahuila, Colima, Guanajuato, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas no se detectaron irregularidades en los centros revisados.
El combate a la tala ilegal
El operativo nacional se inscribe en una estrategia continua de las autoridades para vigilar y hacer cumplir la legislación forestal, debido a que la tala ilegal representa una amenaza constante para la biodiversidad y los servicios ambientales que ofrecen los bosques.
Acciones Recientes: La Profepa ha mantenido una actividad constante. En el Estado de México, por ejemplo, se han clausurado centros para proteger el “Bosque de Agua”, considerado vital para el equilibrio ecológico del Valle de México.
Decomisos Anteriores: En Chiapas, a finales de agosto, la autoridad ambiental clausuró aserraderos clandestinos y aseguró más de 17 mil metros cúbicos de madera, resaltando la presión que la actividad ilegal ejerce sobre los bosques de esa zona. En septiembre, en Durango, la Profepa clausuró otro aserradero y aseguró más de 450 metros cúbicos de madera por falta de permisos.
Estos operativos buscan no solo sancionar, sino también prevenir la deforestación y el tráfico ilegal, garantizando la protección del patrimonio natural de la nación.