La inflación en México por fin dio un respiro: durante junio, se desaceleró y cerró en 4.32%, cortando así una racha de cuatro meses consecutivos al alza. Aunque la cifra sigue por encima del objetivo oficial del 3% (con un margen de +/- un punto), es una señal de que los precios empiezan a ceder.
El dato fue revelado este miércoles 9 de julio por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y aunque los expertos anticipaban una tasa del 4.31%, el resultado quedó ligeramente por encima, pero dentro de lo esperado.
Esta ligera desaceleración podría dar más margen de maniobra al Banco de México, que ya venía bajando su tasa de interés en medio punto porcentual desde hace meses. Aunque la inflación general bajó, la inflación subyacente (la que no incluye productos volátiles) subió a 4.24%.
En su último mensaje, la Junta de Gobierno dejó de hablar de recortes de 50 puntos base y dijo que, de ahora en adelante, evaluará “recortes adicionales”, sin adelantar el tamaño.
Según una encuesta de Citi, lo más probable es que en agosto haya un recorte más moderado, de 25 puntos base.
En resumen: México avanza paso a paso. La inflación empieza a ceder y eso es buena noticia para las familias, aunque todavía hay presiones que se están trabajando. No se ha ganado la batalla, pero ya hay señales de que vamos por el camino correcto.
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