México es uno de los países más rezagados en el mundo en la aplicación del Estado de Derecho; resiente una ralentización de su economía que lleva a los especialistas a bajar periódicamente su estimación de crecimiento; y presenta una democracia en crisis que sólo cumple con la formalidad de que haya elecciones, pero incumple con el requisito básico de que haya contrapesos, rendición de cuentas y sobre todo que las autoridades estén obligadas a cumplir. Ante los próximos comicios federales y locales se percibe un profundo nivel de frustración por parte de los ciudadanos, y una sordera por parte de las autoridades y los liderazgos políticos. En síntesis, enojo ciudadano e indiferencia oficial.
La inseguridad pública que resiente el país, la disminución de la plataforma de producción petrolera, la debilidad del mercado externo y la economía mundial, la política fiscal del régimen de Enrique Peña Nieto, la disminución del precio internacional del petróleo, la inestabilidad financiera internacional y la debilidad en el mercado interno, llevaron a analistas y especialistas del sector privado -35 grupos de análisis- a disminuir su expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real para el 2015 en la encuesta de mayo aplicada por el Banco de México (Banxico), a 2.66 por ciento, contra 2.88 por ciento previo. El “dinamismo” de la economía mexicana registra nueve meses consecutivos con recortes.
Los analistas disminuyeron la probabilidad de que la tasa de crecimiento anual del PBI para 2015 se ubique dentro de los intervalos de 3.0 a 3.4% y de 3.5 a 3.9%., y la aumentaron de 1.5 a 1.9%, de 2.0 a 2.4% y de 2.5 a 2.9%; este último rango fue el que mayor probabilidad se continuó asignando. El panorama pinta desalentador, por decirlo de forma amable, para este 2015. La propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público redujo su rango estimado del PIB de 3.2 a 4.2% a uno entre 2.2 a 3.2 por ciento. También en su último informe trimestral, el Banco de México también ajusto a la baja su intervalo de crecimiento, de 2.5 a 3.5% previo a uno de 2.0 a 3.0 por ciento, tomando en cuenta la continúa disminución de la plataforma de producción petrolera, el desplome de la actividad económica de Estados Unidos y la recuperación moderada del gasto interno en México.
Los especialistas calculan que la actividad económica avanzará 3.32% el próximo año frente al 3.40 por ciento vaticinado en el sondeo previo, y en 2017 un 3.75 por ciento contra 3.83 por ciento. Los analistas no sólo ven menor actividad económica, sino que también consideran que el ritmo de crecimiento podría ser obstaculizado por diversos factores, entre los que destaca la inseguridad pública, al concentrar 25 por ciento de las respuestas de los consultados por el banco central. A los consultores también les inquieta el tema de la plataforma de producción petrolera, con el 16 por ciento de las respuestas, y la debilidad del mercado externo y la economía mundial, con 12 por ciento.
En un escenario totalmente gris, los analistas y especialistas estimaron que la inflación general cerrará este año en 2.96%, por debajo de 3.07% calculado en abril, mientras las expectativas de inflación subyacente, que excluye precios volátiles, tuvieron la misma dinámica (de 2.80 a 2.70 por ciento). Y en el objetivo del Banco de México para la tasa de fondeo interbancario, en promedio se pronosticó que éste permanecerá en niveles cercanos a la meta actual de 3.0% hasta el tercer trimestre de 2015. Dentro del periodo octubre-diciembre de este año al primer trimestre de 2017, los especialistas anticipan en promedio una tas objetivo mayor a la actual, entre 3.38 y 4.33 por ciento, cuando en la encuesta anterior el rango se encontraba, para el mismo periodo, entre 3.49 y 4.49 por ciento.
Por lo que toca a la paridad cambiaria, las expectativas del tipo de cambio del peso frente al dólar estadounidense para el cierre del 2015 se revisaron al alza (depreciación), de 14.97 a 15.08 pesos. En cuanto a la generación de empleo, disminuyó marginalmente el vaticinio de los especialistas en cuanto a la tasa de desocupación, respecto al mes previo, para el término de este año, de 4.03 a 4.02 por ciento.
Para este año 2015, en comparación con el mes anterior, los especialistas revisaron el déficit comercial de 5,763 millones a 5,583 millones de dólares, el déficit de la cuenta corriente de 28,,352 millones a 28,293 millones de dólares y los flujos de entrada de recursos por concepto de inversión extranjera directa de 25,128 millones a 25,365 millones de dólares.
ESTADO DE DERECHO… ¿CUÁL?
La organización multidisciplinaria e independiente The World Justice Proyect (WJP) ubicó a México como uno de los países más rezagados en la aplicación del Estado de Derecho al rankearlo en la posición 79 de 102 países evaluados. Esa calificación deriva de la percepción del público en general y especialistas en la materia.
“Un estado de derecho efectivo –que no se presenta en México- ayuda a reducir la corrupción, reducir la pobreza, mejorar la salud pública y la educación”, sostiene William H. Neukom, fundador y CEO de WJP, quien considera que independientemente del punto de partida, siempre es posible mejorar y fortalecer el Estado de Derecho. Éste es precisamente el que provee la base para las comunidades en un ambiente de paz, oportunidad y equidad, que sustenta el desarrollo, el gobierno responsable y el respeto a los derechos fundamentales.
En Orden y Seguridad, una de las nueve grandes áreas de análisis, México obtuvo el sitio más bajo, al ubicarse en el lugar 99. De manera similar, se colocó en los temas de Justicia Penal y Corrupción. De 19 países analizados en América Latina, México ocupó el sitio 14 con un marcador de 0.47 puntos; sólo mejor que Guatemala, Nicaragua, Honduras, Bolivia y Venezuela. Los países mejor calificados fueron Uruguay, con un marcador de 0.71 puntos que lo ubico en el sitio 22 a nivel global, seguido de Costa Rica y Chile que ocuparon los sitios 25 y 26, respectivamente.