La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos activaron un operativo financiero binacional contra una red criminal transnacional dedicada al narcotráfico, al lavado de dinero y al ocultamiento de recursos ilícitos. A partir de inteligencia compartida y análisis de operaciones, se designaron 19 objetivos directos: 10 personas y 9 empresas, cuyas actividades quedaron bloqueadas en territorio mexicano y en jurisdicciones estadounidenses.
El anuncio fue confirmado a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) y la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN), tres instancias que han intensificado una colaboración sostenida para seguir la ruta del dinero en organizaciones criminales con presencia internacional.
Nuevos identificados: 10 personas serán añadidas a la Lista de Personas Bloqueadas
La UIF informó que, como resultado de sus propias investigaciones, se detectaron 10 personas adicionales con actividad financiera vinculada a la red criminal. Estas serán incorporadas a la Lista de Personas Bloqueadas y denunciadas ante la Fiscalía General de la República por Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (ORPI).
El organismo también dará vista a la Procuraduría Fiscal de la Federación, debido a posibles delitos fiscales y el uso de empresas fachada. Los hallazgos muestran que la organización utilizaba estructuras sofisticadas para aparentar operaciones legales y mover recursos sin ser detectados.
La ingeniería financiera del crimen: prestanombres, inmuebles y dispersión internacional
Los reportes enviados por autoridades estadounidenses, combinados con los análisis realizados por la UIF, confirman la existencia de estructuras complejas orientadas a ocultar el origen del dinero. Entre los mecanismos identificados están:
- Sociedades fachada creadas para simular operaciones comerciales.
- Compra de inmuebles mediante prestanombres.
- Movilidad de activos a través de plataformas digitales.
- Dispersión internacional de recursos para eliminar rastros financieros.
México no es el único territorio donde esta red tenía actividad. De acuerdo con los reportes, la estructura criminal operaba en Canadá, Estados Unidos, Colombia, Italia y Reino Unido, donde se detectaron empresas vinculadas, transferencias internacionales y movimientos patrimoniales asociados a operaciones ilícitas.
Triangulación global: así operaba la red para esconder el dinero
La UIF documentó múltiples maniobras utilizadas en México y en el extranjero para evadir controles financieros. Entre ellas:
- Triangulación de fondos mediante empresas fachada.
- Uso coordinado de estructuras corporativas transnacionales para mover activos.
- Transferencias internacionales diseñadas para romper la trazabilidad del dinero.
- Operaciones relacionadas con bienes inmuebles que encubrían el origen ilícito de los recursos.
Estos patrones son consistentes con esquemas globales utilizados por organizaciones criminales que buscan fragmentar sus operaciones para evitar bloqueos en un solo país.
Una cooperación más sólida con Estados Unidos
Las acciones anunciadas refuerzan la cooperación bilateral con el Departamento del Tesoro, especialmente con OFAC y FinCEN, organismos que han trabajado con México en la detección de cuentas, empresas y operadores financieros dedicados al lavado de dinero.
La estrategia conjunta permite avanzar en la desarticulación de estructuras financieras criminales, impide que los recursos ilícitos permanezcan en el sistema financiero y fortalece la vigilancia sobre operaciones transnacionales que buscan encubrir actividades del narcotráfico.
Compromiso de Hacienda: blindar el sistema financiero
La SHCP, a través de la UIF, reiteró que continuará aplicando inteligencia financiera y mecanismos de prevención para proteger la integridad del sistema financiero mexicano y frenar la infiltración de recursos provenientes del crimen organizado.
El organismo enfatizó que estas acciones forman parte de un esquema permanente de cooperación internacional y de una política firme para inhibir los riesgos asociados a organizaciones criminales de alcance global.


