La modificación de la metodología para medir la pobreza de manera injustificada y errónea del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) tiene un fin político, el cual demuestra que no quieren saber en realidad los que está mal en México y con el gobierno de Peña Nieto, declaró la diputada federal de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Araceli Damián.
La también secretaria de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados e investigadora del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México, en conferencia de prensa detalló que es dudoso como “de la noche a la mañana, los más pobres de los más pobres tienen aumentos, por ejemplo, en salarios de 40 por ciento, cosa que es increíble”.
Agregó que también genera dudas que Julio Santaella, titular del Inegi, ha declarado ante medios que eliminaron la base de datos los registros con ingresos “sospechosamente bajos” porque se han sobreestimado la pobreza al no ser creíble y no poder sostenerse metodológicamente.
“El señor no sabe cómo vive la gente más pobre de este País. Y tal vez esos ‘sospechosamente bajos’ son indígenas, son personas que viven en zonas muy alejadas, donde verdaderamente viven en unas condiciones de precariedad inmensa”, recalcó y agregó que las personas que principalmente contestan encuestas son los más ricos y no los más pobres.
A ello se suma el problema de la “subdeclaración” de los sectores más ricos, el cual no se refleja en los más pobres porque ellos no pueden “olvidar sus ingresos en un 40 por ciento. Saben perfectamente cómo viven”.
Por ello se exigió y solicitó al presidente de la Comisión de Desarrollo Social, Javier Guerrero, que tanto el ex director como el director del Inegi, expliquen los cambios a la metodología de medición de pobreza.