(13 de septiembre, 2016. RevoluciónTRESPUNTOCERO).- Entre los cientos de casos archivados entre legajos de papel a los que les dio carpetazo la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVITRAM) se pierden los testimonios de las víctimas, pero en algunos casos se encuentran también las memorias de los tratantes.
En alguno de aquellos papeles aparece el nombre de “Luis”, él afirma que era un joven de Zacatecas que llegó a la Ciudad de México reclutado por un grupo que trabajaba en forma subrogada para el cártel de Los Zetas.
El trabajo de “Luis” era enganchar a jovencitas de secundaria de colonias populares o pobres, “no creerías lo fácil que es, lo sencillo que es engañar a las chavitas, una vez que sabes lo que quiere, es tuya”, señala en su relato.
“Si quieren ropa, fama, dinero, libertad, viajes, compañía, cualquier cosa que quieran sólo basta con prometérselo y están contigo”, continúa el testimonio.
Aunque no existe una cifra de cuántos “enganchadores” como “Luis” andan sueltos por ahí buscando víctimas, lo que sí conocemos es que Departamento de Estado de los Estados Unidos colocó a México en el segundo nivel del Trafficking in Persons Report 2015, este lugar lo mantiene nuestro país desde el 2008.
Esta clasificación de países tiene cuatro niveles de acuerdo con las acciones y compromisos nacionales e internacionales en el combate a la trata de personas, en la cual México aparece en el segundo nivel porque se le considera como una nación cuyo gobierno ha realizado ciertos esfuerzos para el combate, prevención y sanción, sin llegar a cumplir eficientemente con los mínimos estándares para su efectivo combate.
En el Diagnóstico Nacional sobre la Situación de la Trata de Personas en México 2015, la Organización de las Naciones Unidas advirtió que en las condiciones actuales prácticamente cualquier persona en nuestro país puede ser víctima de este delito sin distinción de edad, sexo, origen étnico, ni situación socioeconómica.
Para contribuir al combate de este delito que destruye familias, un grupo de estudiantes de distintas carreras de la Universidad Iberoamericana impulsan la organización no gubernamental Sin Trata, la cual tiene como objetivo concientizar, sensibilizar y educar a los jóvenes con respecto a una problemática que afecta a 27 millones de personas en todo el mundo, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas.
Como parte de su trabajo de difusión, la ONG Sin Trata realizó el ciclo de conferencias: ¿Qué es la trata de personas? en el auditorio Crescencio Ballesteros de la Universidad Iberoamericana, durante el desarrollo de la cátedra, Mariana Ruenes, fundadora de la asociación, destacó que su principal estrategia es la concientización contra concepciones erróneas del delito.
En entrevista con Revolución TRESPUNTOCERO, la joven activista recordó que los niveles de desconocimiento sobre el tema, aún entre las autoridades asignadas a combatirlo son alarmantes.
“Supimos de un caso en que un ministerio público se negó a recibir la denuncia de una joven porque el delito lo conceptualizaba como trata de blancas y como la joven no tenía la piel blanca pues no le quiso recibir la denuncia. De ese nivel es la ignorancia que priva en el sistema.
“Parece obvio, simple hasta absurdo, pero si no empezamos eliminando las representaciones falsas del delito, como el empleo del término incorrecto “trata de blancas” no podemos aspirar a trasformaciones más de fondo”.
Para la ONG Sin Trata no basta con atender a víctimas de este delito, Mariana considera que se tiene que posicionar el tema del tráfico de personas para su explotación sexual en la agenda pública, “a través de aliados en otras organizaciones, periodistas y legisladores”.
“Las generaciones anteriores no entienden lo que implica la prostitución, por lo que, a través de conferencias y movimientos en redes sociales, nuestra ONG Sin Trata se esfuerza en involucrar a los jóvenes en un ciber activismo. En México más de un millón de personas al año son víctimas de trata y no es posible que nadie haga nada, que nos quedemos cruzados de brazos”, puntualizó Ruenes.
Redes sociales, mina de oro
La explotación de personas con fines sexuales o laborales en el país se disparó en este sexenio. Datos oficiales de la Procuraduría General de la Republica (PGR) revelan que del 2008 al 2015 el número de averiguaciones por trata de personas creció por encima del 600 por ciento.
De los cinco estados con más denuncias por trata, cuatro están en la zona centro: Ciudad de México, Estado de México, Tlaxcala y Puebla. A ellos se les suma Chiapas, en donde la vulnerabilidad de los migrantes para conseguir recursos los hace blancos de los tratantes.
Otro lugar donde la libertad y el anonimato fortalece a los delincuentes es el internet, especialmente las redes sociales, a decir de Mariana Ruenes fundadora de Sin trata, “resulta complicado para las autoridades mostrar un número sobre este delito en el ciberespacio ya que las víctimas se vuelven invisibles en esta forma de esclavitud moderna.
“Hoy en día las redes sociales se han convertido en un medio muy útil para los traficantes de personas, ya que resulta ser muy económico y eficaz para enganchar no solo a niñas y adolescentes, sino incluso mujeres mayores de 18 años”, precisó la activista.
