Miles de personas salieron nuevamente a las calles de Estados Unidos este sábado para protestar contra lo que califican como los “excesos autoritarios” de Donald Trump, en una jornada nacional bautizada como “No a los Reyes”, con marchas desde Nueva York hasta San Francisco, e incluso frente a Mar-a-Lago, la residencia del expresidente en Florida.
La movilización, convocada por el movimiento No Kings, reunió a más de 300 organizaciones sociales y políticas que acusan al mandatario de creer que su poder es absoluto. En su sitio web, los organizadores resumen su mensaje:
“El presidente cree que su poder es absoluto. Pero en Estados Unidos no tenemos reyes y no cederemos ante el caos, la corrupción y la crueldad”.
De costa a costa: 2 mil 700 protestas contra el autoritarismo
De acuerdo con los organizadores, más de 2 mil 700 manifestaciones se realizaron a lo largo del país, desde grandes urbes hasta pequeños pueblos. Las concentraciones más nutridas ocurrieron en Washington, Chicago, Boston, Atlanta, Nueva Orleans y Los Ángeles, aunque también hubo protestas en ciudades fronterizas y en algunas capitales de Canadá.
La jornada ocurre apenas meses después de la histórica movilización del 14 de junio, cuando millones de estadounidenses se manifestaron tras la orden de Trump de desplegar tropas en Los Ángeles, una decisión que sus críticos calificaron de “dictatorial”.
Desde entonces, el republicano ha ampliado el despliegue de tropas en varias ciudades del país, bajo el argumento de mantener el orden, lo que ha provocado el rechazo de defensores de derechos civiles y de líderes demócratas.
“No soy un rey”, responde Trump
Consultado por el canal Fox News, el presidente trató de bajar la tensión y aseguró:
“Dicen que se refieren a mí como un rey. No soy un rey”.
Sin embargo, sus aliados republicanos adoptaron una postura más agresiva.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, acusó a los manifestantes de promover el “odio a Estados Unidos”, y calificó la movilización como una concentración de “marxistas, socialistas, anarquistas y defensores de Antifa”.
La declaración provocó reacciones inmediatas. El congresista demócrata Glenn Ivey respondió:
“Entiendo por qué están nerviosos y tratan de presentarlo de forma negativa. Es realmente una respuesta a lo que han estado haciendo: socavar el país, destruir el Estado de derecho y socavar nuestra democracia”.
“Somos un país de iguales”
Desde el movimiento civil, las voces críticas no se detuvieron. Deirdre Schifeling, directora política de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), enfatizó que las protestas buscan recordar los valores fundacionales del país:
“Somos un país de iguales. Somos un país de leyes que se aplican a todos, de debido proceso y de democracia. No seremos silenciados”.
Hollywood también dijo presente
El mensaje también llegó desde el mundo cultural. El actor Robert De Niro, ganador del Óscar y conocido crítico de Trump, difundió un video llamando a la movilización:
“Hemos tenido dos siglos y medio de democracia… a veces desordenada, pero siempre esencial. Ahora tenemos a un aspirante a rey que quiere arrebatárnosla: el Rey Donald I”.
Una movilización masiva y un mensaje claro
El movimiento No Kings nació como una coalición de organizaciones civiles, sindicatos, colectivos juveniles y grupos de defensa de derechos humanos. En esta jornada, se estima la participación de cientos de miles de personas, aunque los organizadores hablan de millones.
Su exigencia es directa: defender la democracia y rechazar el autoritarismo en Estados Unidos.
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