En medio del operativo nacional de atención a las comunidades afectadas por las lluvias, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reconoció la solidaridad y la entrega del pueblo mexicano, a quien calificó como “de una generosidad incomparable”.
Durante la Mañanera del Pueblo de este lunes 20 de octubre, Sheinbaum habló desde la experiencia directa en territorio: los albergues, los caminos anegados, los abrazos, las miradas, y la fuerza de la gente que, pese a haber perdido tanto, sigue dando.
“El pueblo mexicano es de una generosidad que no tiene comparación”
A pregunta expresa sobre las muestras de cariño y respaldo ciudadano que ha recibido durante sus recorridos por las zonas afectadas, la mandataria federal respondió con firmeza:
“El pueblo de México es de una generosidad que no sé comparable con qué otro pueblo. Saca las lágrimas, quita el aliento, la generosidad de la gente, entre la gente.”
Sheinbaum señaló que la entrega del personal del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional refleja esa misma esencia de pueblo solidario:
“Cuando decimos que el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, es un pueblo uniformado, es eso. Desde el general secretario hasta el soldado raso tienen esa generosidad.”
Recordó incluso un encuentro reciente con un elemento militar:
“Le dije ‘gracias por su trabajo’, y me respondió ‘es nuestro deber’. Le contesté: ‘no, no solo es su deber, es el humanismo con el que lo hacen’.”
Gobernar con convicción y amor al pueblo
La presidenta enfatizó que el sentido del servicio público debe estar guiado por la convicción y el amor al pueblo:
“Si somos gobiernos del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, nuestra obligación es la entrega. No importa si te aplauden o si te gritan. Lo hacemos por convicción. La convicción es como el amor: es amor al pueblo. Eso es lo que mueve.”
Sheinbaum compartió que, durante su visita a Puebla, una familia beneficiaria de Sembrando Vida le obsequió una canasta con frutas rescatadas del agua.
“‘De lo poco que quedó’, me dijeron, y me lo entregaron. Por supuesto que la dejamos en el albergue, porque es de ellos. Eso es México: generosidad y solidaridad.”
Un país que se ayuda a sí mismo
La mandataria también destacó las innumerables muestras de apoyo espontáneo de la población civil.
“Había camionetas que venían de Tamaulipas hacia Veracruz, cargadas de alimentos y ayuda. La gente ayudando a la gente. Todos han sido muy generosos.”
Afirmó que, más allá de la emergencia inmediata, cada experiencia deja una enseñanza:
“No solo se trata de reconstruir lo que se perdió, sino de mejorar los protocolos, aprender y fortalecer lo que tenemos hacia adelante.”
El reconocimiento de Sheinbaum resume el espíritu con el que México enfrenta la adversidad: un país donde la solidaridad no se decreta, se demuestra; donde el pueblo y sus instituciones actúan como uno solo, con entrega, convicción y amor por los demás.
