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Operación Conjunta Michoacán la fallida estrategia de Calderón que alcanzó a Carlos Manzo

El asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, Michoacán, es parte de la bola de nieve que dejó la Guerra contra el Narcotráfico de Felipe Calderón. Desde diciembre del 2006, hace casi 20 años, la estrategia fallida de seguridad del panista ha dejado destrucción en la entidad donde él nació.

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El asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, Michoacán, es parte de la bola de nieve que dejó la Guerra contra el Narcotráfico de Felipe Calderón. Desde diciembre del 2006, hace casi 20 años, la estrategia fallida de seguridad del panista ha dejado destrucción en la entidad donde él nació.

El inicio de la ola de la violencia fue recordado por el propio Manzo hace unos años cuando fue diputado federal de la LXV Legislatura en la Cámara de Diputados, curul a la que llegó cuando estuvo en las filas de Morena.

Desde la tribuna de San Lázaro, mencionó que la tragedia de ola criminal inició en Michoacán, el 11 de diciembre de 2006 cuando Felipe Calderón decidió militarizar el país. Años después esa ruptura del tejido social pasó factura a Manzo, cuando el primero de noviembre un joven de 17 años terminó con su vida en el centro de Uruapan.

En el video que ha circulado nuevamente por Internet, Manzo señala que Calderón no llevó a cabo la militarización con el objetivo de brindar seguridad a los ciudadanos, si no para ser cómplice de los cárteles a los que sirvió en el sexenio.

El 11 de diciembre de 2006, Felipe Calderón Hinojosa puso en marcha el “Operativo Conjunto Michoacán”. La acción marcó el comienzo de la estrategia federal contra los cárteles, es decir la Guerra contra el Narcotráfico.

El inicio de la Operación Conjunta Michoacán implicó el despliegue de más de 5 mil elementos de las Fuerzas Armadas en la entidad. La estrategia tuvo también la misión de sellar las costas y carreteras para evitar el tráfico de enervantes.

Particularmente, el secretario de la Defensa Nacional de aquel entonces, Guillermo Galván Galván mencionó que en el marco de la Operación Conjunta Michoacán, participó con 4 mil 260 elementos, 17 aeronaves de ala fija, 29 aeronaves de ala rotativa, 19 binomios canófilos y 246 vehículos terrestres.

El contingente, afirmó en aquel día, realizará actividades de reconocimiento aéreo, erradicación de plantíos ilícitos y establecimiento de puestos de control para el acotamiento de las actividades de tráfico de enervantes en 16 regiones catalogadas como de alta incidencia de 

También tuvo como misión la realización de cateos y la ejecución de órdenes de aprehensión, así como el desmantelamiento de puntos de venta de drogas.

Consecuencia de la guerra de Calderón

Pese a lo hecho en diciembre del 2006, la delincuencia en Michoacán no cesó. Solo en la entidad se registraron 582 personas desaparecidas y no localizadas en la entidad  y hubo un total de 4 mil 562 personas fueron asesinadas en el estado.

Lo que sucedió en Michoacán solo fue una muestro de lo que sucedió en el país entre finales del 2006 y noviembre del 2012. De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, durante el sexenio de Felipe Caldeŕón desaparecieron 16 mil 446 personas a nivel nacional, lo que representó un incremento de 1,773% en comparación en gobierno de Vicento Fox. En tanto que los homicidios dolosos aumentaron 140% de 10 mil 462 asesinatos en todo el país a 25 mil 967 asesinatos.

Cristina Pablo Dorantes, experta en seguridad y catedrática en la Universidad Autónoma del Estado de México, mencionó a REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO que la problemática que se está dando actualmente en Michoacán es consecuencia de una impunidad que desde el 2006 ha experimentado Michoacán y todo todo el país. Agregó que el incremento de los niveles de violencia es derivado también de la expansión de los grupos del crimen organizado.

“Se evidenció posteriormente, en la época hasta de Peña Nieto, que quedó rebasado el Estado de Derecho”, mencionó.

En este sentido, la especialista recordó la más tarde la aparición de las “autodefensas” en el sexenio de Enrique Peña Nieto. “Lo que hizo el gobierno de Peña Nieto fue armar a los propios delincuentes que fueron las mismas armas que utilizaron para una supuesta defensa de la de la comunidad, cuando no fue así, por el contrario, se perpetuó la violencia y se hizo todo esto más complejo”.

Disyuntiva entre usar el Ejército o Policías

Por su parte, José Reveles, periodista en seguridad y narcotráfico, mencionó a este espacio que siempre el pretexto de utilizar al Ejército como última instancia en materia de seguridad pública está ligado con la crítica sobre que las policías municipales o estatales no han pasado los exámenes de confianza o no están preparadas por eso son rebasadas por el crimen organizado.

“Estamos hablando de una disyuntiva entre seguir empleando a las policías mal preparadas o meter a un Ejército al que no le corresponde entrar en temas de seguridad. Entonces, eso es una disyuntiva falsa porque no hay ninguna de las dos soluciones es buena”, dijo.

El experto reflexionó que a casi 20 años de la guerra contra el narco se ha demostrado que el tratar de de confrontar con las armas a los grupos delincuenciales lo que hace es encender más la violencia. “El trabajo debe ser en las comunidades con un trabajo social importante, con una participación también de la gente, que la gente eh sepa y denuncie lo que está ocurriendo eh en sus localidades”.

“El propio alcalde Carlos Manzo, hay un video por ahí circulando, donde está regañando a madres, hermanas, esposas de personas que según él habían ingresado al pues a cometer delitos, pero ellas estaban como alcahuetas”, mencionó.

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