Un operativo realizado en distintos puntos de la capital queretana por autoridades municipales, estatales y federales dio como resultado el decomiso de más de una tonelada de pirotecnia destinada al comercio irregular, además de más de 600 litros de bebidas alcohólicas que se vendían de forma clandestina.

De acuerdo con información oficial, en el despliegue participaron corporaciones de protección civil y elementos de seguridad pública, quienes realizaron revisiones en zonas previamente ubicadas como focos de riesgo por la presencia de vendedores informales. Las inspecciones se desarrollaron bajo un esquema de coordinación que buscó frenar la circulación de artículos cuyo uso, almacenamiento y venta representan peligros para la población.
Las autoridades explicaron que estas acciones forman parte de un esfuerzo preventivo ante el incremento en el manejo de pirotecnia y la comercialización irregular de alcohol durante el periodo festivo de fin de año. Señalaron que ambos productos generan escenarios de riesgo tanto por su impacto en la seguridad como por las implicaciones que pueden tener para la salud pública.

Asimismo, informaron que los operativos continuarán en los próximos días, con la intención de reforzar la vigilancia en tianguis, zonas comerciales y colonias donde suelen detectarse actividades de venta ilegal. El propósito, indicaron, es reducir la posibilidad de accidentes, proteger a la ciudadanía y garantizar condiciones más seguras durante las celebraciones decembrinas.


