Joanna Rubio / @joannarubioa
(19 de agosto, 2014).- Luis Alberto Villarreal renuncia a su cargo como líder parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) después de ser exhibido en un video comprometedor donde comparte una noche de fiesta con otros integrantes del PAN y muchas señoritas que trabajan en dos de los table-dance más exclusivos de Jalisco, Candy’s y Taboo.
Renunció a ser líder de uno de los partidos más contradictoritos del país, un PAN que lejos de las palabras del fundador del partido, Manuel Gómez Morín, “que no falten motivos espirituales en nuestra organización”, se ha convertido en una imitación anticuada del partido que querían desplazar.
Según los principios del PAN que, “en nombre de la esperanza, del bien y grandeza de México, renovamos el llamado para que el Municipio deje de ser `caciquismo y mugre´ y se convierta en limpio servicio de la comunidad”, Villarreal se queda corto con su renuncia de pastor, y debería renunciar a su cargo de diputado (junto con sus amigos dipu-tables), ya que nuestro dinero (porque se les olvida que sus salarios provienen de las arcas públicas) fue utilizado para pagar un aproximado de 35 mil pesos, únicamente a las damas de compañía en su fiesta de Puerto Vallarta.
La fiesta de la discordia, se celebró en enero del presente año, después de una sesión plenaria del partido en Puerto Vallarta. Ahí estuvieron Luis Alberto Villarreal, Martín López Cisneros (diputado federal por Nuevo León y aspirante a la alcaldía de Monterrey), Máximo Othón Zayas (diputador federal por Sonora), Jorge Iván Villalobos (diputado federal por Sinaloa), Alejandro Zapata Perogordo (coordinador de Enlace de los grupos parlamentarios de Gustavo Madero), José Alfredo Labastida Cuadra (secretario técnico del Grupo Legislativo del PAN de Alberto Villarreal); y finalmente, los panistas estuvieron acompañados de Edelmiro Sánchez, quien fuera detenido en Nuevo León por portar 87 kilogramos de marihuana en el 2004.
Edelmiro Sánchez fue el organizador de la fiesta realizada en una residencia de 3 mil dólares la noche. Entre sus antecedentes, también fue implicado en el 2012 con el asesinato del exdiputado panista Belden Elizondo.
El asesinato de Elizondo está inmerso en una laguna de sombras difíciles de esclarecer, fue secuestrado 12 horas entes de que el exfuncionario de la Dirección de Alcoholes de Monterrey fuera secuestrado junto a David Villarreal Fernández, sobrino del alcalde de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández, y otro del exgobernador Fernando Canales Clariond. Los sobrinos de los funcionaros fueron liberados pocas horas después y sin pagar algún tipo de rescate, sin embargo Villarreal Fernández fue ejecutado, y su cuerpo encontrado pocas horas después de que la Procuraduría Estatal confirmara el hallazgo del cuerpo de Elizondo. El móvil de los asesinatos fue vinculado con el control de la plaza de San Pedro entre los integrantes del Cártel de los Beltrán Leyva y el grupo criminal de Los Zetas.
El misterioso anfitrión de la fiesta fue relacionado con el secuestro y homicidio de Belden cuando la averiguación ministerial lo señaló como el último en haber tenido comunicación con el ahora occiso, además de que Sánchez comentó públicamente sobre el secuestro de Balden, sin que éste todavía fuera denunciado a las autoridades.
Continuando con la turbulenta carrera política de Sánchez, ha sido señalado por varios miembros del PAN, como el encargado de pasar el “charolazo” para campañas y proyectos políticos albiazules, y como el responsable de conseguir fondos para el Comité Ejecutivo Nacional del Partido. Por otra parte, ha sido ligado con una red de extorsionadores hacia los comerciantes ambulantes, conectada a la Dirección de Comercio de Monterrey.
Las amistades de Sánchez en el PAN le han brindado la seguridad suficiente para mantenerse fuera de la cárcel, con el tipo de fiestas que organiza para consolidar su lugar en el partido, podemos como ciudadanos exigir que este personaje dé la cara y sobre todo, que el PAN, de mejores respuestas que simplemente reprobar el comportamiento de sus miembros.
La política mexicana nos muestra su peor rostro, el de la impunidad, cada que uno de sus protagonistas estelariza algún drama sexual, desde reclutamiento de mujeres en el PRI, hasta fiestas privadas con recursos públicos y unas finísimas botellas de cognac, no pasa nada, el castigo a estos servidores públicos no va más allá de señalamientos mediáticos por parte de sus respectivos partidos, donde se sienten ‘indignados’ por el comportamiento de sus miembros y ahí termina todo.
Los fiesteros panistas podrán darse golpes de pecho y argumentar que no sabían que pasaba, que no usaron recursos públicos y que son buenas personas -por eso en público hasta se disculparon con sus familias-, pero con la sociedad mexicana, ¿quién se disculpa? Que los perdonen sus esposas, porque los mexicanos los queremos fuera de los curules, fuera del gobierno que se ha convertido en suciedad y cacicazgo.