El periodista León Krauze, escribió para El Universal que aunque en la recta final de una campaña electoral puede ocurrir cualquier cosa, para revertir el triunfo lobpezoradorista “Anaya tendría que encontrar la manera de escapar por completo del lodazal ( …) y convencer a los electores que merece ser escuchado como alternativa a la narrativa de cambio”.
Señala entonces que Ricardo Anaya tiene tres meses para limpiar su nombre, “difícil,quizá imposible” pues dijo las arenas movedizas de la política rara vez perdonan.
Considera que de ganar Andrés Manuel López Obrador, este tendrá que agradecer a sus asesores de campaña que han sabido dictar el rumbo del debate público, así como al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al Estado que coloco “a un candidato destinado al fracaso y luego dedicaron todas las baterías a erosionar no al puntero sino al segundo lugar.”
Destaca que, con la famosa receta de hundir al resto de los participantes, a Ricardo Anaya, el candidato del Frente le costará sacudirse del lodo del descrédito, porque le arrebató el único discurso para enfrentar al político tabasqueño “la legitimidad para ejercer la narrativa del cambio.”
“El resultado, ahora, es el escenario soñado por López Obrador: él, con el plumaje aparentemente prístino, enfrentando a tres criaturas que cargan, cada una a su manera, el lastre de la continuidad, el desprestigio o la corrupción” destaca el columnista Krauze.
