Natalia Antezana Bosques / @Natalia3_0
(04 de octubre, 2013).- El auditorio Benito Juárez de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal tuvo como actores principales a trabajadores de la tercera edad: algunos jubilados, otros aún no. A las 5 de la tarde del 3 de octubre dio inicio el foro Reforma Hacendaria y Seguridad Social, donde se explicaron las implicaciones para los adultos mayores si se aprobara el paquete económico presentado recientemente por el Ejecutivo Federal.
El foro estuvo presidido por el diputado local del Partido del Trabajo Rodolfo Ondarza y acudieron líderes de diferentes sindicatos de trabajadores jubilados para replicar la información otorgada en el foro a sus respectivos sindicatos.
Se informó que en el planteamiento de Reforma Hacendaria que hizo Enrique Peña Nieto se incluye la propuesta de Ley de Pensión Universal para los adultos mayores, es decir, que se otorgará un monto de dinero al mes a todos las personas mayores de 65 años del país.
Esta acción pondría en peligro la actual pensión alimenticia para adulto mayores que otorga el gobierno del Distrito Federal, a pesar de que exista una ley al respecto, puesto que al federalizar un programa existe la opción de que sea eliminado a nivel local, explicó Alberto García, asesor del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la cámara baja del Congreso.
Por otro lado, el especialista reiteró que, a pesar que la propuesta dice que sería una pensión universal, todos los requisitos que se piden para otorgarla le quitan el carácter de universalidad.
“Los requisitos para tener derecho a la pensión, especificados en la propuesta de la Ley de Pensión Universal, son: cumplir 65 años a partir del 2014 y no tener carácter de pensionado; residir en territorio nacional; estar inscrito en el registro nacional de población y tener un ingreso mensual, igual o inferior a 15 salarios mínimos”, informó García.
Al respecto el especialista señaló que un derecho no puede inhabilitar otro –como es el caso de la pensión– por lo tanto es inadmisible que ésa sea una condición. A esto también agregó que hay pensiones de mil quinientos pesos, a las cuales, si se le agregan 525 pesos que es la pensión alimenticia federal al mes –se propone que dentro de 10 años aumente a 1,092 pesos–, le quedaría un total de 2 mil pesos, lo cual sólo alcanza para lo mínimo indispensable. Además un artículo transitorio de la ley anota que dicha universalidad está sujeta al presupuesto del país.
Explicó también que se propone que la pensión sea de 1092 pesos pero hasta dentro de 10 años y mientras tanto se seguiría siendo de 525 pesos, como hasta ahora.
García aclaró que la Constitución Mexicana prevalece sobre cualquier ley de cualquier estado, por lo tanto si se federaliza la pensión para adultos mayores, ésta podría ser regulada a nivel federal.
“En 1928 los legisladores reformaron la Constitución para que la ley del trabajo sea federal. De esta manera se evita que los estados puedan legislar en la materia. Podría pasar lo mismo con la pensión universal”, comentó García.
La solución para que no se deje de dar la pensión en el Distrito Federal es solicitando que en el artículo 73 constitucional –que trata de las competencias de los órganos de gobierno– se agregue que la pensión para adultos mayores sea “concurrente”, lo cual permite que la operación sea tripartita, como la educación: federal, estatal y municipal, sin que la una restrinja derechos a la otra.
Por otro lado, los asistentes al foro se manifestaron en contra del “estado de sitio” que se vive en la Ciudad de México al tener el Zócalo cerrado. Es en este sentido que pidieron al diputado Ondarza que solicitara a sus compañeros legisladores hacer un exhorto al jefe de Gobierno para que se reabra la plaza principal de la Ciudad de México.
Dicha solicitud encontró eco en las palabras del diputado, quien señaló que su bancada ya se ha manifestado al respecto, pero que de igual manera recogería el sentir de los participantes para transmitirlo desde su curul.
Los adultos mayores que estuvieron presentes se fueron con preocupación en la mirada, pero con la consigna de transmitir el mensaje a sus compañeros para empezar a tejer una organización, alzar la voz para ser escuchados y evitar que les sean arrancados sus derechos, como personas que han entregado su vida a este país.
