El domingo pasado el presidente Enrique Peña Nieto inició en Arabia Saudita su gira de Estado por los países del golfo Pérsico, que concluye este jueves, a fin de promover a México como un destino atractivo para la inversión energética a partir de la reforma que eliminó las barreras para los capitales privados y extranjeros. Visitó los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Qatar, naciones que junto con Arabia Saudita producen un tercio del petróleo mundial y cuentan con 65 por ciento de las reservas probadas de petróleo y con 40 por ciento de las de gas.
Antes de partir, el cozumeleño Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, explicó que “los países que comprenden la gira por el Medio Oriente tiene fondos soberanos de inversión, los cuales financian proyectos productivos e infraestructura en diversos países, los cuales representan una oportunidad para México de captar inversión en los nuevos instrumentos financieros que ha creado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como la Fibra E“.
Al presidente Peña Nieto lo acompañan en este recorrido por Medio Oriente la canciller Claudia Ruiz Massieu; el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; el de Economía, Ildelfonso Guajardo; de Educación, Aurelio Nuño; y de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, así como otros funcionarios y un amplio grupo de empresarios. El por qué se llevó a Felipe Calderón sigue siendo un misterio. La expectativa del gobierno mexicano es la firma de 52 convenios que instrumenten la cooperación económica, comercial, turística, técnico-científica, educativa y cultural, entre los que destaca el Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRI) con Emiratos Árabes, y los Convenios de Servicios Aéreos con Arabia Saudita y Kuwait.
ARABIA SAUDITA
En su primera parada, Arabia Saudita, Peña Nieto se entrevistó con el rey saudí Salmán bin Adbulaziz, para luego firmar 11 acuerdos de cooperación económica, fiscal y energética. Participó en el foro “Reforma Energética de México”, donde señaló ante el ministro de Petróleo y Recursos Minerales de Arabia Saudita, Ali Al-Naimi, que el diálogo es esencial para impulsar un mercado energético mundial confiable, abierto y eficiente, incluyente y sustentable. “Ese es el camino para lograr estabilidad energética y la sustentabilidad ambiental”, dijo y subrayó: “estamos convencidos de que la energía debe ser fuente de crecimiento, no fuente de inestabilidad”.
A partir de las reformas estructurales, el país tiene nuevas oportunidades para atraer inversión de países hermanos y ofrece oportunidades en sectores clave para el desarrollo, como el de telecomunicaciones, en infraestructura y en energía, indicó. Sabedores de la miseria y de la pobreza que se registra en México, lo dicho sonó a falsedad, a pretender engañar simpáticamente, como lo hacen los pillos, a quienes les llevan Siglos de ventaja en el sometimiento a sus pueblos.
El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, precisó que para modernizar el sistema eléctrico, México necesita inversiones estimadas por 116,000 millones de dólares y una parte importante de esta inversión provendrá de capital privado. El funcionario señaló que hacia el segundo trimestre de 2016 se lanzará la primera licitación bajo el nuevo esquema que permite inversión privada en líneas de transmisión, y que para el 2014, el 35% de nuestra generación deberá provenir de fuentes de energía limpia. O sea que en esas tierras ya también abrieron la subasta.
Entre los documentos firmados con Arabia Saudita, destaca el Acuerdo para Evitar la Doble Imposición y Prevenir la Evasión Fiscal, que elimina cargas fiscales que obstaculizan el flujo de inversiones, derivadas de la imposición de un mismo ingreso; uno de Cooperación en materia de combate a la delincuencia organizada trasnacional; y un Memorándum de Entendimiento de Cooperación en el Sector Energético, para promover el intercambio de información sobre mercados petroleros, así como un memorando de entendimiento entre la empresa estatal saudita Aramco y Petróleos Mexicanos. Allá si se habla un lenguaje comprensible en cuanto a la paga tributaria. Aquí solo priva la espada de Damocles.
La comida oficial en el Palacio de Al Mushrif se dejó de lado y se convirtió en una intempestiva invitación para Peña Nieto al restaurante preferido del príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammed Bin Zayed Al Nahyan, comandante supremo de las Fuerzas Armadas de los Emiratos Árabes Unidos. El príncipe árabe prefirió degustar su comida japonesa favorita, preparada en el restaurante Zuma, en el centro de la capital, y quiso que el presidente mexicano conociera esa experiencia. Yo creo que lo vio tan flaquito que pensó que no ha comido bien, sin saber que el gasto diario para la cocina de Los Pinos alcanza los 3.5 millones mensuales. Cifra que incluye la degustación de buenos vinos.
Posteriormente, Peña Nieto se dirigió al Instituto Masdar de Ciencias y Tecnología, especializado en el desarrollo de nuevas tecnologías, donde realizó un recorrido con su esposa Angélica Rivera, antes de viajar a Dubai. Difícilmente entendieron lo que ahí se explica y expone, pero eso sí, las fotos se multiplicaron.
EMIRATOS ÁRABES
El martes, en Dubái, el presidente Enrique Peña Nieto y el vicepresidente, primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos y gobernante de Dubái, jeque Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, atestiguaron la firma de 13 convenios entre ambos países. En el Palacio Zabeel, se signaron los acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, así como de cooperación en materias turística, energética y cambio climático. De igual manera para el Establecimiento de un Programa Conjunto de Becas entre el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Instituto Masdar para Ciencia y Tecnología.
Según la agencia Notimex, la visita de Estado que realiza el presidente Enrique Peña Nieto a Kuwai dio sus primeros resultados al concretase una inversión de 150 millones de dólares por parte de la empresa mexicana, dedicada a la construcción de acero, Tenaris Tamsa. Esta inversión, dijo Peña Nieto en un foro de negocios organizado por la Cámara de Comercio e Industria de Kuwati, significa empleos para México y casi cuadruplica el nivel de comercio, en 40 años de relaciones, con esa nación del Medio Oriente.
Peña Nieto también se reunió con el jeque Sabah Al Ahmad Al Yaber Al Sabah, emir del Estado de Kuwait, con quien atestiguó la firma de cinco acuerdos de cooperación. Al término de la firma, el mandatario kuwaití ofreció al presidente mexicano una comida de Estado.


