I.- Cinco cuentas públicas de Fox, tres de Calderón y cuatro de Peña no han sido revisadas por los diputados federales del PRI, PAN, PRD y todos los demás partidos que dicen representar al pueblo; y quienes más por complicidad que por negligencia se han hecho de la vista gorda. Once cuentas en total permanecen archivadas, aunque se sabe que desde siempre a ningún presidente se le fincaron responsabilidades, ya que las cuentas revisadas se aprobaron como una tradición de que en “el país de un solo hombre”, son intocables, por más que se encuentren desfalcos y gastos no comprobados. Esto es parte de la historia del autoritarismo y su corrupción. A Peña, verbigracia, no le han examinado cuatro cuentas. Ahora domina la escena legislativa Morena; es decir, los lópezobradoristas, y nada harán, salvo las consabidas críticas y lo dejaran en la impunidad con el “perdón y olvido”. Igual les irá a los dos panistas. Ya veremos con la rendición de cuentas de AMLO.
II.- Por lo pronto, la información de la reportera: Claudia Salazar (Reforma: 28/X/18), no pasará de ser información. Si hay gastos de más, los diputados los justifican, ya que la cuenta pública es de los tres poderes y ellos son parte de uno; por lo cual pasarán por alto el mal uso de los dineros públicos. No deslindar responsabilidades es la constante del presidencialismo que ha detentado por 60 años el priismo y doce el panismo. Así que el daño económico y social generado a la Nación desde al menos 1946, cuando cambió de siglas el PRM a PRI (como actualmente andan en eso los priistas para cambiar de piel), ha sido devastador, porque sin rendición de cuentas los funcionarios han cometido toda clase de corruptelas. Urge no pasar por alto esa obligación de la representación para que sepan los ciudadanos cómo han usado el presupuesto de gastos. Si bien los tres últimos presidentes presentaron sus cuentas, no sabemos qué hicieron con los ingresos nacionales; sobre todo porque los diputados no cumplieron con su obligación de verificar si hubo honradez o corrupción en su manejo.
III.- Que estén pendientes once cuentas por verificar significa que el presidencialismo no rinde cuentas a los representantes, lo cual ha permitido impunidad y que los robos estén a la orden del día por quienes no tienen ningún control, y de esa saquean las arcas nacionales a sabiendas de que no serán llamados a cuentas. Así es como la corrupción e impunidad de Fox, Calderón y Peña son el santo y seña de un sistema que fue puesto en jaque-mate en las pasadas elecciones presidenciales. Si Morena no rinde cuenta de sus actos presupuestarios, entonces tendremos una profundización de la crisis política y el presidencialismo estará nuevamente en la picota, desbordado por los mexicanos que buscarán detener la crisis con decisiones, como procesar y sancionar penalmente a quienes no rindan cuentan; y aquellos que no las examinen para tapar corrupciones. Así que repito, con Peña son ya tres presidentes que, inconstitucionalmente, han librado la rendición de cuentas y han escapado a las sanciones que los hacen presuntos rateros.
cepedaneri@prodigy.net.mx