Los reclamos más fuertes hacia Peña Nieto provinieron de las bancadas de la izquierda, tanto de Movimiento Ciudadano como del Partido del Trabajo (PT). Ricardo Monreal destacó que no podían permitir que “de venir de una presidencia robada se llegará a a una presidencia impuesta”, término que en su momento puso en jaque a los presentes en el recinto.
En punto de las 12 del día, arribó a San Lázaro el ex presidente Felipe Calderón quien fue recibido por la comisión encargada de recibir a ambos mandatarios, diez minutos después arribó Enrique Peña Nieto quien, con un semblante de felicidad, entró al recinto donde ya lo esperaban para comenzar con el protocolo que lo acreditaría como presidente constitucional.
El recibimiento dentro de la Cámara fue en un tono de rechifla y gritos de asesino, que el mismo Peña, sonriente, solo continuó con el camino a la tribuna donde ya lo esperaba el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y próximo Procurador de Justicia, Jesús Murillo Karam.
El momento cumbre del evento, la toma de protesta pasó a ser una verbena con exclamaciones de imposición y billetes de papel volando al rededor de la tribuna, Peña Nieto sonrió y exclamó el discurso de protesta. Acto seguido, Felipe Calderón entregó la Banda Presidencial a Murillo Karam y éste se la dio a Peña quien prosiguió a ponerse la distinción que lo convertía en el presidente de la República.
Realizar un verdadero cambio a la sociedad mexicana
El siguiente acto se llevó acabo en Palacio Nacional donde el presidente Peña Nieto emitió su primer mensaje a la Nación, fueron 13 puntos para realizar el mejoramiento del actual estado en que se encuentra el país. Los principales puntos que enfocó su discurso incluyen ámbitos como educación, deuda pública, telecomunicaciones, infraestructura y seguridad.
Pasa lista a las fuerzas armadas
Al término de su mensaje, se dirigió a Campo Marte donde los secretarios de Marina Nacional, Francisco Vidal Soberón y de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, ya lo esperaban junto con invitados especiales, entre ellos los gobernadores de los estados y su Gabinete para realizar la salutación de las Fuerzas Armadas, ahí, Peña exhortó a éstas a que llevaran a cabo su trabajo a través del respeto y apego a la ley.
Ya como Comandante Supremo, los secretarios de la Defensa y Marina Armada le prometieron trabajar para garantizar la paz en México “con estricto apego a los derechos humanos”.
Para concluir el protocolo, se realizó un desfile con cada una de las áreas con las que cuenta cada secretaría, y así dar por terminado el acto de la salutación al nuevo presidente de México.
Por la tarde, ofreció una comida a los mandatarios extranjeros e invitados especiales en el Castillo de Chapultepec, además de tener reuniones breves con los presidentes y representantes de los gobiernos extranjeros invitados a la toma de protesta del nuevo titular del Poder Ejecutivo.