(16 de octubre, 2014).- Por medio de un informe, la organización internacional Human Rights Watch (HRW) denunció que los controles en la frontera estadunidense de vía rápida, instaurados por el gobierno para combatir el fenómeno de la migración, han provocado que muchos centroamericanos regresen a sus lugares de origen donde su vida no está segura.
En documento titulado “‘Aquí no tiene derechos’: Los controles fronterizos en EE.UU. y las devoluciones de centroamericanos al riesgo de sufrir graves daños”, da cuente de las políticas en la frontera norteamericana con las que lo migrantes son puesto en peligro.
Basado en testimonios de detenidos y deportados hondureños, el informe cuenta también con un análisis de datos sobre las deportaciones. Muchos de ellos, habían escapado de Honduras por la extorsión y amenazas que sufrían de pandillas. Posteriormente se apegaron a los procedimientos migratorios de vía rápida, para luego ser deportados sin una verdadera oportunidad de solicitar asilo.
Para Clara Long, investigadora de HRW para EE.UU “los controles inmigratorios por la vía rápida del gobierno de Estados Unidos están ignorando los temores reales de las personas que llegan a la frontera”.
“En su frenesí por detener la ola de inmigrantes procedentes de América Central, EE.UU. está enviando a solicitantes de asilo de vuelta a la amenaza de convertirse en víctimas de asesinato, violación y otros actos de violencia”, manifestó la también autora del informe que contó con los testimonios de 35 emigrantes, entre ellos 25 de reciente deportación a Honduras, y 10 más centroamericanos retenidos en Nuevo México y Texas.
El gobierno estadunidense se ha encargado de deportar cada vez a más ciudadanos de Centroamérica, los cuales huyen de sus países natales y cruzan la frontera mexicana, pues quieren alejarse de la incesante violencia de las pandillas y el crimen organizado.
Normalmente, estos migrante son arrestados por autoridades fronterizas y aprisionados, para luego ser parte de un desmedidamente acelerado proceso de evaluación, por parte de funcionarios de EE. UU. Sin contar que a menudo no pueden comparecer ante un juez y solicitar asilo político.
Una de las preocupaciones más grandes de Human Rights Watch, es que especialmente los elementos de la Patrulla Fronteriza, cuya misión es controlar en primera instancia a los migrantes, se han mostrado incompetentes a la hora de identificar a los migrantes que solicitan asilo, para que puedan acudir con un juez migratorio.