Docentes de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) propusieron a la Rectoría crear una instancia que garantice la independencia en la investigación y sentencia de las denuncias de violencia de género, esto a un mes de que estudiantes tienen paralizadas las instalaciones de la Facultad por la deficiente atención a los casos.
Un grupo de profesoras de la FFyL entregaron este 5 de diciembre una carta con más de 300 firmas dirigida al rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, en busca de vías de solución para responder a las quejas de estudiantes por el acoso y hostigamiento sexual que enfrentan. La organización de las jóvenes estudiantes de la FFyL contra la violencia de género no es la única, el reclamo se ha extendido en los planteles 7, 8 y 9 de la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM donde están en el mismo estado de paro de labores.
“Las autoridades universitarias han mostrado dilación en la atención de las denuncias, hemos visto un alza de las estudiantes con el fin de transformar el estado de las cosas al interior de la UNAM. A la par, se ha hecho más evidente una invisibilización estructural por parte de las autoridades”, manifestaron a la prensa las docentes en la explanada de Rectoría.
En la carta las profesoras expusieron su propuesta de crear un órgano interno de control o un comité compuesto por especialistas sin relación laboral con la UNAM, cuya función consistiría en conocer los casos de violencia de género, analizarlos para identificar las causas que los originan, sugerir a las autoridades acciones de prevención, determinar alternativas de solución y lograr que se cumplan los lineamientos en materia de violencia de género de la Máxima Casa de Estudios.
El requerimiento -dijeron- permitiría que las autoridades universitarias no sean “juez y parte” en la resolución de las denuncias que interpone la comunidad a través del “Protocolo para la atención de casos de violencia de género”, instaurado en 2016. Actualmente esta herramienta permite a las y los abogados de la UNAM conducir los procesos jurídicos, mucha veces en contra del profesorado.
Las profesoras propusieron también la implementación de Unidades de Atención a Denuncias, así como de Comisiones de Igualdad de Género con personal capacitado para brindar atención jurídica, médica y psicosocial en cada uno de los planteles de la UNAM. Así como la elaboración de un diagnóstico sobre la violencia de género en cada plantel de nivel superior y medios superior, e informes periódicos para conocer las medidas que se están tomando, así como una evaluación periódica de las mismas.
Demandaron a las autoridades de la UNAM respetar el derecho de las denunciantes a conocer e intervenir en todo momento en el proceso jurídico de sus denuncias. Según el último informe del “Protocolo de casos de violencia de género”, del 9 de junio de 2018 al 7 de junio de este año, la casa de estudios recibió quejas de 436 estudiantes y trabajadores sobre 385 presuntos agresores en sus campus, sin embargo la UNAM sólo pudo iniciar procedimientos de sanción contra 335.
De los 335 procedimientos iniciados, 178 concluyeron con una sanción y 7 con un acuerdo a través de un procedimiento alternativo, 96 están pendientes de que se emita la sanción, en 19 no se encontraron elementos para sancionar, 9 fueron declarados improcedentes y 26 se declararon insubsistentes.
De los presuntos agresores 44 por ciento son alumnos, 22 por ciento académicos y 17 por ciento personal administrativo. Las personas externas representan 5 por ciento y las no identificadas otro 5 por ciento.
A la cascada de denuncias por acoso y hostigamiento sexual, se añaden otras extremas violencias que atraviesan las estudiantes dentro de los diversos centros educativos que conforman a la universidad, entre los casos que han cimbrado a la comunidad, sobre todo de mujeres jóvenes, están el feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio (UNAM, marzo 2017) y la muerte sin esclarecer por una bala de Aideé Mendoza Jerónimo (CCH Oriente, abril 2019).
La Abogada General de la UNAM, Mónica Contró González, recibió a una comitiva de profesoras a quienes prometió atender su pliego petitorio. Pero no es la primera ocasión que ellas envían una carta a la Rectoría, otra de noviembre había quedado sin respuesta.
Estudiantes en resistencia
En el edificio de la Facultad de Filosofía ondean dos banderas que representan la lucha de mujeres por sus derechos y el acceso al aborto, fueron colocadas por las estudiantes que tomaron las aulas como muestra del rechazo a la renuncia de las autoridades de la UNAM por abordar la problemática de violencia de género.
A un mes del paro, el director de dicha Facultad, Jorge Enrique Linares Salgado, ha pedido a las estudiantes presentar las denuncias formales en apego al Protocolo universitario, mismo que han señalado de deficiente. En paralelo a la polémica de falta de atención de las denuncias por parte del jefe de la oficina jurídica de la Facultad, el director ha dicho que solicitó su cambio a la Oficina de la Abogacía General de la UNAM, por lo que designará a otra persona como titular.
La Facultad también aprobó la propuesta para la integración de la comisión tripartita independiente para las tareas de evaluación y seguimiento de las acciones en torno a la prevención y sanción de la violencia de género. Y se extendió una petición a las estudiantes en paro para que acepten la mediación de un grupo de profesoras que ellas designen, o bien la participación de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México para levantar el paro y el seguimiento a las denuncias por hostigamiento a lo que ellas no han respondido.