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¿Qué sucede cuando Chris Cornell y Dave Grohl chocan?

Por: Estela Garrido

@stelagarrido3_0

Luego de un ‘pequeño’ exabrupto que los llevó a desintegrarse, Soundagarden después de 16 años de ausencia regresan con una placa nueva: King Animal. Para los amantes del grunge noventero, Chris Cornell y su banda regresaron  para evocar ese sonido característico de Seattle.

Aunque parezca en retrospectiva que están condenados a seguir los pasos de Nirvana y Pearl Jam, hoy Soundgarden retoman el micrófono y lanzan el segundo sencillo del álbum: By Crooked Steps con la dirección de Dave Grohl.

 Una tirada de poker, un poco de whisky y mucho cuero. Así comienza el clip de este track. Parecería que  Grohl escenificó los pasos de la banda para su regreso. La historia podría parecer llana, sin embargo los elementos que mezcla el ex integrante de Nirvana resultan a la perfección: los coros de Cornell, la sátira de los Segways, los guitarrazos de Kim Thayil y el Dj. Todo encaja.

 Les dejamos el video dirigido por Grohl con Cornell en la pantalla.

Con información de Rolling Stone y de Román De Arquer

 

Algunos ansiaban el retorno de Soundgarden, mientras que otros temían que su vuelta fuera un fiasco y una mancha negra en un correctísimo historial musical. ¿Y por qué pensar que la vuelta deSoundgarden podría ser mala? Posiblemente Chris Cornell y su carrera en solitario tengan la respuesta.

Tras su paso por AudioslaveCornell decidió cambiar de registro y experimentar por su cuenta. Primero probó con Carry On (2007), un disco que pasó sin pena ni gloria, pero que dejó algún tema decente como You Know My Name o el cover de Billie Jean. Después vino la combinación (letal para muchos) con el productor y rapero Timbaland, titulado: Scream (2009). Timbaland venía de tener gran éxito comercial con Shock Value (2007) y debió de ver en Cornell el socio ideal con quien crear un cóctel musical de lo más peculiar para explotar un nuevo nicho de mercado. Los beat psycho-electrónicos proporcionados por el productor musical, más la voz potente y oscilante del de Seattle dejaron a los fans boquiabiertos. Pero no por el pedazo de disco que se habían marcado, sino más bien por todo lo contrario. El recibimiento fue, mayoritariamente, negativo. Pero, sobre todo, los amantes de Soundgarden se quedaron atónitos al ver a uno de sus ídolos musicales sumergido en un género que, sinceramente, no le ha hecho ningún bien a su carrera discográfica.

Ante el aparente declive de Chris Cornell, un rayo de luz se asomó cuando, en fin de año del 2009, la web oficial de Soundgarden publicaba lo siguiente: “The 12 year break is over and school is back in sesión” (“El descanso de 12 años ha terminado y el colegio retoma las clases”). ¿Volverá Chris Cornell a triunfar de la mano de del grupo que le hizo lucir como artista?

Kim ThayilMatt CameronBen Shepherd y Chris Cornell lo retomaron a base de ensayos. Luego vinieron los shows sorpresa y poco después, conciertos por tierras americanas hasta llegar a España, concretamente en el Sonisphere de Getafe, que venía a ser el primer concierto en Europa en 15 años. Los rumores de un nuevo disco no se hicieron esperar y acabaron cumpliéndose…

King Animal. Así se llama lo nuevo de los estadounidenses. Está compuesto por 13 temas cañeros que demuestran que no han perdido ni un ápice de calidad. Bueno, quizás exagero un poco, pero la cuestión es que siguen manteniendo un nivel muy alto pese a todos los años que han corrido.

El disco despega con Been Away Too Long, que hace clara referencia a su prolongada ausencia del terreno musical como conjunto. Esta canción es liderada por Thayil y Cameron, que mantienen la vitalidad durante su transcurso y la hacen uno de los temas más aclamados del álbum. Le sigue Non-State Actor y By Crooked Steps, que también son canciones de alta intensidad, sobe todo la segunda, que ya empieza a recordar bastante a los Soundgarden de los 90. Pero el que realmente recupera esa esencia grunge por la cual destacaban los de Seattle es Blood On The Valley Floor. Un tema pesado, lento acompañada por la voz desgarrada y profunda de Cornell.

Pero no todo el álbum es potencia. Hay temas más pausados o tranquilos como es el caso de Bones Of BirdsTareeBlack Saturday o Halfway There. Eso no quiere decir que sean baladas o temas para dormirse, solo que han bajado ligeramente los decibelios y se han centrado un poco más en las melodías y en transmitir un valor sentimental.

Rowing es la canción elegida para despedir la obra. Es de un tono lento y  repetitivo pero sin desinteresar al oyente. Hacia la mitad, Thayil toma las riendas con un solo que nos va remolcando hacia el cierre definitivo.

En global, King Animal suena algo más nítido. No hay tanto foco en hacer el disco 100% “grungero”, pero sin embargo el resultado es bueno. Una gran pieza de rock, con múltiples influencias (hard, metal, grunge, etc.) que logra dar resultado. Quizás hayan perdido cierta frescura, pero la edad pesa. Algo prácticamente inevitable. Su regreso ha valido la pena y ahora toca ver si les podremos disfrutar en directo por nuestro país (de nuevo). En el Sonisphere, pese a los problemas de sonido del inicio, dejaron buenas sensaciones.

 

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