El pan blanco es un alimento básico para todos y todas.
Siendo el ingrediente principal para preparar un sandwich.
Sin embargo expertos en nutrición han advertido sobre sus posibles efectos negativos para la salud cuando se consume en exceso o como parte habitual de la dieta diaria.
Pues el pan blanco se elabora principalmente a base de harina de trigo refinada.
Durante el proceso se eliminan la mayor parte del salvado y el germen del grano de trigo componentes que contienen fibra, vitaminas y minerales.
Como resultado el producto final contiene una menor cantidad de fibra y nutrientes en comparación con el pan integral o de granos enteros.
Dentro de sus principales problemas es el índice glucémico elevado.
Al consumirlo produce un aumento de niveles de glucosa en la sangre.
Produciendo el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina y por consecuencia contribuir a la aparición de diabetes tipo 2.