La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) respondió a la necesidad de terminar con un esquema plagado de corrupción y demoras en la entrega de apoyos a las comunidades afectadas. Durante la conferencia La Mañanera del Pueblo, la mandataria subrayó que, en sustitución de dicho fideicomiso, el Gobierno federal dispone actualmente de 19 mil millones de pesos destinados a la atención de emergencias en el país.

Sheinbaum señaló que el FONDEN se había convertido en un mecanismo poco funcional, donde las reglas de operación y la burocracia excesiva impedían que los recursos llegaran con rapidez a quienes más los necesitaban.
“Era un fideicomiso que tenía guardado el recurso, pero además reglas tan rígidas que los apoyos tardaban en llegar. Lamentablemente, se aprovechaban de tragedias para falsificar compras y desviar fondos”, expresó la mandataria.
La jefa del Ejecutivo recordó que la eliminación del fideicomiso fue aprobada años atrás con el propósito de cerrar espacios a la discrecionalidad en el manejo de fondos públicos. En su lugar, explicó, se estableció un presupuesto directo que permite responder de manera inmediata ante desastres naturales, sin depender de procesos fiduciarios o declaratorias formales.

En cuanto al uso de los recursos, Sheinbaum detalló que 3 mil millones de pesos ya fueron canalizados para reparar los daños ocasionados por las lluvias recientes en Guerrero y Oaxaca. Según explicó, este nuevo esquema posibilitó que la ayuda comenzara a distribuirse apenas cinco días después de las inundaciones, algo que —dijo— habría sido impensable bajo el antiguo sistema del FONDEN.

La presidenta enfatizó que el modelo actual garantiza una mayor transparencia y elimina los trámites prolongados, al tiempo que asegura la entrega directa de apoyos a las familias afectadas.
“Hoy los recursos llegan sin intermediarios ni fideicomisos. Se atiende a la gente con rapidez y claridad”, concluyó.
