¿Seremos los mismos?
No podemos ser los mismos
si estalla la guerra
y el futuro echa un vistazo
a nuestras vidas quietas,
con ceguera de muerte;
cafecito, fotos, amigos,
fútbol, algún concierto…
¿Debe importarnos aquello
que nunca nos ha importado?
Como en cada siglo,
¿no habremos de cambiar
frente a la hecatombe?
¿Haremos el amor?
Sigamos haciendo el amor
y no le llamemos de otra forma
¿Y la muerte? ¿Y la maldita muerte?
¿No habremos de verla nunca?
¿Ni preguntarnos por las bombas?
Como aguas negras, como basura
que nadie mire a donde llegan
salvo quien las abraza de vecinas
y verdugas por haber nacido
en donde nadie quiere hacerlo
y desaparecer en nuestro silencio,
salvo un escalofrío ante noticias,
algún alivio de ser los mismos
de cada siglo
con ceguera de muerte,
sordera de guerra
para tomar cafecito, fotos,
amigos, fútbol, algún concierto…
¿Seremos siempre los mismos?
¿No habrá de afectarnos nada?
¿Persistirá el amor y su nombre?
¿El futuro querrá perdonarnos?