La presidenta Claudia Sheinbaum presentó a la Cámara de Diputados una iniciativa para modificar la moneda de 10 pesos, proponiendo una nueva composición basada en acero recubierto de níquel y un núcleo de hierro, esto con el objetivo de abaratar su fabricación debido a que actualmente el cobre constituye el 65% del material y su precio se ha incrementado 82% en los últimos 5 años.
La propuesta detalla que el cambio de aleación busca mantener el diseño, tamaño y características físicas de la moneda, pero reemplazar los materiales para evitar que las variaciones en el costo de los metales sigan elevando el gasto de producción.

En paralelo, la mandataria envió otra iniciativa para modificar la moneda de 20 pesos, incorporando como elemento central la representación del Templo dedicado a Kukulkán, en Chichén Itzá, reconocido desde 1982 como patrimonio mundial por la UNESCO. Según el documento, este diseño destacaría la riqueza cultural del país y reforzaría la identidad nacional en una pieza de uso cotidiano.

Ambas modificaciones están contenidas en el paquete de reformas a la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, remitido por el Ejecutivo a la Cámara baja para su análisis.
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