En la Mañanera del Pueblo del martes 12 de agosto, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo fue clara y contundente: en la construcción de la Reforma Electoral “todos son iguales”. Eso incluye a expresidentes del Instituto Federal Electoral (IFE) y del Instituto Nacional Electoral (INE), quienes podrán participar y opinar, pero sin recibir un trato especial o considerarse una élite.
“Pueden participar. Nadie les niega la participación, pero ¿por qué ellos van a presentar una propuesta como si fueran una élite? No. Ellos son como todos los demás. Todos somos iguales, cada uno con una responsabilidad distinta”, sentenció la mandataria desde Palacio Nacional.
Contra la ‘superioridad’ y el discurso de autoritarismo
Sheinbaum señaló que varios opositores “se sienten superiores, como si su opinión tuviera un peso especial”, y criticó particularmente a exconsejeros como Lorenzo Córdova y Luis Carlos Ugalde, quienes han calificado a México de autoritario y a la Reforma como un intento para aumentar el autoritarismo.
“¿Qué evidencia tienen de que hay autoritarismo en México? —se preguntó la presidenta—. Para ellos, la aprobación de la Reforma Judicial es la prueba. Eso llama la atención”.
Además, recordó que Córdova se ha referido de forma autoritaria y despectiva hacia las comunidades indígenas, y que nunca se cuestionó públicamente, en su momento, la compra de votos en 2012 ni escándalos como “los amigos de Fox” o “Pemex Gate”.
Democracia para el pueblo, no para las élites políticas
En defensa de la Reforma Electoral, Sheinbaum reiteró que uno de los objetivos principales es reducir el costo que las elecciones representan para la ciudadanía:
“Lo que nosotros queremos es que no le cuesten tanto al pueblo las elecciones. No tienen por qué costar tanto”.
Denunció que los partidos políticos, desde Morena hasta el PRI, reciben jugosos recursos públicos no solo para elecciones, sino también para su operación cotidiana, incluyendo salarios y prebendas.
Uno de los puntos álgidos de la crítica presidencial fue la figura de los diputados plurinominales —los ‘pluris’— que, según Sheinbaum, se han convertido en “el reparto interno de puestos para las cúpulas de los partidos”.
Una reforma con representación real
La mandataria cerró con un llamado a la igualdad y a la verdadera democracia:
“Finalmente esta es la definición de la democracia. ¿Ellos son más que otros? No”.
Con estas palabras, Sheinbaum refrendó la voluntad del Gobierno federal de construir una Reforma Electoral donde la participación sea auténtica, plural y justa para toda la ciudadanía, sin privilegios para grupos ni personajes que históricamente se han creído “por encima del pueblo”.
Un debate abierto a todos, sin jerarquías ni privilegios
La Reforma Electoral aún está en proceso de consulta con foros y debates abiertos a la población, partidos políticos y expertos. En este contexto, la presidenta dejó claro que todos los actores, sin excepción, deben ser considerados en igualdad de condiciones.
Este mensaje se convierte en un llamado a que la política mexicana rompa con prácticas elitistas y se abra a la construcción colectiva de una democracia que no pese ni en la ciudadanía ni en las arcas públicas.
FGR critica y califica de “sorprendentes” las medidas de EE.UU. sobre “El Chapo” y Caro Quintero