Este jueves la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reconoció que la relación bilateral México-Bolivia vive un momento de tensión, más no de rompimiento formal.
La encargada de la política interior de nuestro país, explicó que luego de que en la Embajada mexicana se encuentran asilados nueve exfuncionarios del depuesto gobierno de Evo Morales, la relación se ha tensado.
Dijo también que las nueve personas que se encuentran en la embajada de México en esa nación, se les actualizó la condición de asilados, a través de la Convención de Viena, por lo que no podrían ser detenidos.
“Hasta ahorita no ha habido un rompimiento oficial, pero sí hay un reclamo internacional e institucional respecto a la conducta que está teniendo Bolivia en relación, concretamente, con la embajada en La Paz, aseveró.