(08 de enero, 2020. Revolución TRESPUNTOCERO).- En junio del año pasado Juan Carlos Pérez Mendoza conoció a Jesús Peto Yáñez, operador de Bombas 4 de la Refinería de Tula, Hidalgo, quien le ofreció trabajar en Petróleos Mexicanos. Peto Yáñez externó que tenia los contactos necesarios para que Juan Carlos pudiese entrar a laboral en la compañía.
La aseveración de Jesús Peto cobraba sentido, pues éste es cercano a los líderes de la Sección 35 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), en especial a Alfredo Mier y Concha líder de dicha sección sindical, la cual ha sido señalada como una de las más corruptas de Pemex.
En entrevista exclusiva con Revolución TRESPUNTOCERO, Juan Carlos Pérez Mendoza expone que Peto Yánez le ofreció “una ficha para trabajar en Pemex, me dijo que estaba de permiso laboral y que le preguntaría al subdelegado Rivera —quien no se especifica su nombre completo— que si podía hacer el trámite, ya que no era su familiar”.
Juan Carlos narra que el operador de Bombas 4 le explicó cómo sería el trámite por medio de internet, además asevera que el trabajador de Pemex le comentó que lo ingresaría a la planta laboral como “su cuñado, además que conocía a los del sindicato, al señor Jesús Infante —segundo de Mier y Concha en la Sección 35— por su gran amistad y quien le debía un favor”.
Luego de que Pérez Mendoza fue convencido por el empleado, acordaron que la cantidad que se debía pagar para entrar a la empresa oscilaba en los 120 mil pesos —monto que se incrementó a los 190 mil— de los cuales 30 mil pesos serían para Peto Yáñez y personal del sindicato, “durante el tiempo que veíamos lo de su estadística —para colocarlo en la empresa— le llamaba al subdelegado Rivera para asesorarse del trámite, preguntando de su permiso laboral y un adeudo”.
De acuerdo con el entrevistado, el señor Luis Escalante, miembro del sindicato llevó parte de su trámite, por lo que a Jesús Peto “le di 30 mil pesos, de los cuales 10 mil fueron a Escalante para dárselos al señor Jesús Infante y a Alfredo Mier y Concha porque nos apoyaron con el trámite”.
El afectado externa en la charla con el medio que Peto viajó a Zacatecas por motivos personales, durante su estadía en dicho estado, le marcó para pedirle más dinero argumentando que necesitaba “dinero para regresarse, me dijo que lo dado era a cuenta del trámite, así que le deposité diez mil pesos. Cuando regresó me pedía más dinero, insistió en que todo era a cuenta del monto restante”.
Luego de que pagara las cantidades que se le pedían, el defraudado cuenta que en septiembre Peto Yáñez le entregó un contrato firmado por José Manuel Enrique Muñoz con fecha del 29 de septiembre, sin embargo “antes de que llegara la fecha me cambió los documentos y me pidió más dinero, por lo que debía dar dinero a los señores Jesús Infante y Alfredo Mier para que me entregaran los nuevos documentos y entrar a laborar”.
De acuerdo con Juan Carlos Pérez las negociaciones y las transacciones de su caso se hicieron en el fraccionamiento 18 de Marzo, el cual está cerca de la Refinería de Tula, “Peto varias veces fue a casa de Jesús Infante, yo esperaba a fuera del fraccionamiento porque no me dejaban pasar. En una ocasión Infante me llamó para pedirme más dinero y en octubre me volvió a cambiar el documento”.
Tras aceptar la entrega de más dinero al número dos de la Sección 35 del STPRM, Pérez Mendoza expone al reportero que se le dieron un nuevo documento, pero en esta ocasión fue entregado por la esposa de Jesús Infante, quien vende comida al interior de la refinería de Pemex. “A finales de octubre el señor Escalante me llamó para pedirme tres mil pesos para darme la planta, se los di. Una semana después me marcó para decirme que el licenciado Vasconcelos quería más dinero para liberar el contrato”.
En el video que esta en la parte superior de este trabajo periodístico se puede apreciar los contratos apócrifos que se le dieron a Juan Carlos Pérez Mendoza firmados por los directivos del sindicato, así como también están las fichas de depósitos que éste realizo a las cuentas de las personas señaladas, en donde no sólo están involucrados personal de la Sección 35, sino también del corporativo de Pemex en la Ciudad de México.
Por lo que todos los documentos para la presunta incorporación laboral de Pérez Mendoza salieron de la Torre de Pemex en la Ciudad de México, en este sentido el entrevistado asevera que el licenciado Vasconcelos le pidió 70 mil pesos más y que éstos fueran entregados a Jesús Peto Yáñez. El defraudado narra que no le era posible conseguir tal cantidad de dinero, sin embargo logró obtenerlo.
Pese a ello, Jesús Peto Yáñez le pidió 20 mil pesos adicionales para liberar los papales, los cuales le serían entregados en las instalaciones corporativas de Pemex en la Ciudad de México “fui y varios días me tuvieron retenidos los documentos, un mensajero del licenciado Vasconcelos me atendió en la parte de debajo, me mostró las copias de los documentos, pero me dijo que Vasconcelos quería cinco mil pesos para una comida, le dije que no tenía”.
Incluso, la secretaria del licenciado Vasconcelos, quien la fuente identificó como Edith bajó a verlo para recibir dinero en un sobre que le dio Jesús Peto Yáñez. Días más tarde se le comunicó que ya podía presentarse a laborar, no obstante el defraudado debía aplicar un examen el cual debía ser acreditado por Eduardo López, jefe de Guardia, quien le pidió cuatro mil pesos.
Dicho monto fue depositado a la cuenta de la esposa de Eduardo López, Rocío González Barrios y la otra parte para él. Sin embargo, Jesús Peto Yáñez pidió 20 mil pesos más para dar luz verde a su ingreso laboral, mismos que le fueron entregados para ingresar a la planta laboral de Pemex.
El 20 de diciembre, por fin, Juan Carlos Pérez Mendoza se presentó a trabajar en la refinería, en donde ocuparía el cargo de operador de segunda, en la planta de catalítica 1. De acuerdo con los tabuladores salariales de la petrolera un puesto en dicha área tiene monto salarial que oscila entre los 25 mil y 30 mil pesos mensuales.
El gusto de laborar en Pemex le duró minutos a Pérez Mendoza, pues Pedro Vázquez del Ángel, uno de los supervisores, fue quien le comunicó que no había una plaza vacante o definitiva, canalizándolo al Departamento de Personal, donde fue atendido por Luis del Ángel, quien es del área de Ajustes del sindicato, del Ángel se percató de que la documentación era apócrifa y que Juan Carlos había sido víctima de un fraude.