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Totonero 1986: el partido con más “errores” de la historia

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(20 de mayo, 2014).- Seis años después de que el Caso Totonero conmocionara al fútbol italiano, un nuevo escándalo de partidos arreglados puso en duda la credibilidad de los encuentros deportivos en este país. Conocido como “Totonero 1986”, “Totonero bis” o simplemente “escándalo de las apuestas de fútbol”, el entramado que se destapó en abril de 1986 fue más grave que el de 1980 porque incluyó partidos de las series A, B y C1 y C2, es decir, desde la primera hasta la última ligas del fútbol profesional en Italia.

Sin embargo, es menos conocido porque involucró sobre todo a equipos de las series B y C. Sólo de la temporada 1986, fueron investigados 60 partidos: 20 de la Serie A, 28 de la B y 12 de la C, además de dos partidos de la Copa de la UEFA (hoy conocida como Liga Europa de la UEFA), pero el escándalo abarcó partidos jugados desde la temporada de 1984. Además de los 30 jugadores y varios directivos suspendidos, el Totonero 1986 fue la primera vez que un escándalo de partidos arreglados involucró a entrenadores.

El escándalo se desató cuando se dio a conocer que ciertas conversaciones telefónicas intervenidas revelaban la complicidad de los entrenadores Aldo Agroppi y Renzo Ulivieri para arreglar un encuentro realizado el 3 de junio de 1985 entre Perugia y Cagliari, ambos de la Serie B. En ese momento, Agroppi dirigía al Perugia y Ulivieri al Cagliari, pero el registro de las conversaciones telefónicas los involucraba “en la compraventa de partidos de la Liga italiana para las quinielas clandestinas”, de la que también habrían participado 6 árbitros.

Como relató el diario español El País el 24 de abril de 1986, el desarrollo de ese partido fue más que sospechoso: “el Perugia marcó a los ocho minutos, merced a un autogol del Chinellato; a los 73 minutos, Massi aumentó el marcador para el Perugia, y Quagliozzi acortó distancias seis minutos después. Cuando campeaba el 1-0 en el tanteador, el jugador Venturi, del Cagliari, lanzó a las nubes un penalti que de haberse transformado, habría significado el 1-1”.

Otra novedad en este escándalo, que involucró sobre todo a equipos del sur del país, fue que el juicio se llevó “a puertas abiertas”, registrando cada audiencia mediante un circuito cerrado de televisión que permitió a la prensa y al público seguir las sesiones. A diferencia del Caso Totonero de 1980, en el Totonero 1986 se consideró que el arreglo de los partidos estuvo más dirigido a la alteración de la clasificación para beneficiar a algunos equipos que al lucro mediante las apuestas ilegales.

Aquí se puede consultar una lista completa de las sanciones derivadas de este caso.

Caso Totonero, cuando un vendedor de frutas compró los marcadores del fútbol banner con texto

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