Durante una conferencia de prensa, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, denominó como “históricos” los resultados de una operación federal contra el narcotráfico y presumió la detención de más de tres mil presuntos integrantes de cárteles y pandillas.
El mandatario afirmó que las acciones encabezadas por la Homeland Security Force representan “un éxito sin precedentes” en la lucha contra el narcotráfico y sostuvo que los cárteles de la droga, entre ellos el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), “son una amenaza directa a la seguridad nacional”.
“No nos detendremos hasta que esa amenaza sea eliminada por completo” advirtió.
Siguiendo la línea discursiva que ha puesto desde el comienzo de su mandato, Trump acusó que México está siendo “gobernado por los carteles”, aunque agregó que respeta mucho a su homologa mexicana, Claudia Sheinbaum.
“Respeto mucho a la presidenta; es una mujer extraordinaria. Es muy valiente, pero México tiene que defenderse de eso” indicó Trump.
El mandatario incluyó a Colombia dentro de la alusión a países que a su criterio son dirigidos por organizaciones del crimen organizado y dijo que allí se están produciendo “cantidades de cocaína, que no habíamos visto antes”.
Bondi presenta “resultados”, pero existe falta de información verificable
Trump estuvo acompañado por la fiscal general, Pam Bondi, y funcionarios del gabinete de seguridad, entre ellos el secretario de Guerra, Pete Hegseth; la titular de Seguridad Nacional, Kristi Noem; y la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard.
De acuerdo con los datos presentados por la fiscal Bondi, con las operaciones del último mes se “retiraron de las calles” alrededor de 3 mil 200 presuntos miembros de pandillas y organizaciones criminales, además se ha incautado 58 mil kilos de cocaína en polvo, 2 mil 300 kilos de fentanilo, 2.1 millones de píldoras del mismo opioide sintético y más de mil armas ilegales.
Por su parte, Donald Trump también descartó la necesidad de una declaración de guerra.
“No creo que vayamos a pedir necesariamente una declaración de guerra. Vamos a matar a la gente que está introduciendo drogas en nuestro país”, declaró a periodistas en la Casa Blanca.
Información de La Jornada indica que el tono de sus palabras generó críticas inmediatas de analistas y organizaciones defensoras de derechos humanos, que advirtieron sobre el uso de un discurso militarista y la falta de información verificable sobre las cifras difundidas por la Casa Blanca.
Diversos observadores señalaron que las estadísticas oficiales aún no han sido contrastadas por agencias independientes, y recordaron que los resultados de la estrategia antidrogas de Washington históricamente han mostrado avances puntuales pero sin cambios estructurales en el tráfico ni el consumo de estupefacientes.


