- El eventual restablecimiento de comunicación entre Trump y Maduro podría alterar el curso de la presión internacional sobre Caracas
Los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela reanudaron canales de comunicación, cuando persiste una campaña militar estadounidense en el Caribe bajo el marco de su lucha contra el narcotráfico. La semana pasada ambos presidentes sostuvieron una conversación telefónica —confirmada por medios venezolanos— que podría allanar el terreno para un eventual encuentro cara a cara.
El grupo de ataque encabezado por el portaaviones USS Gerald R. Ford arribó recientemente al Caribe, como parte de la operación denominada “Southern Spear”, que moviliza barcos de guerra, marines y aviones para reforzar la presión sobre Venezuela.
Funcionarios de Estados Unidos han argumentado que los ataques navales persiguen desmantelar redes de narcotráfico vinculadas al gobierno venezolano —etiquetado por Washington como presunto cabecilla de una organización criminal transnacional. Por su parte, Caracas rechaza la versión e interpreta la ofensiva como una operación dirigida a desestabilizar al régimen, acusando a Estados Unidos de buscar un cambio de gobierno en Venezuela.
Durante su discurso, Maduro reiteró que Venezuela no tolerará lo que considera una agresión externa, subrayando su disposición a defender la soberanía nacional ante cualquier eventualidad. En tanto, desde Washington se ha mantenido la definición de que “todas las opciones están sobre la mesa”, aunque por ahora no se ha confirmado un despliegue terrestre.
El eventual restablecimiento de comunicación entre Trump y Maduro podría alterar el curso de la presión internacional sobre Caracas, pero las operaciones en el Caribe continúan activas y con consecuencias aún por evaluar.


