El uso de tacones es parte de la vida cotidiana de las personas.
Ya sea por gusto o por algún código laboral de vestimenta.
El uso excesivo puede provocar múltiples afectaciones físicas.
Y muchas veces pueden pasar desapercibidas hasta que se sienten como dolor crónico o lesiones de largo plazo.
Ya que podría generar un postura corporal, elevar el talón, el peso del cuerpo cae hacia la parte delantera del pie.
Esta posición que no es natural genera tensión constante en la zona lumbar y esto incrementa desarrollar lumbalgias y el dolor persistente en la espalda.
Los tacones muy altos reducen la movilidad natural de dedos favoreciendo deformaciones progresivas y en casos muy graves requieren tratamiento médico o cirugía.
Por eso es recomendable moderar el uso de tacones y realizar estiramientos diarios de pantorillas y ejercicios que fortalezcan tobillos y pies.


