De no ser porque suena a crueldad, tan ahogadas quedaron las cenizas que se encontraron en el basurero de Cocula, como lo están las múltiples interrogantes que no encuentran aún respuesta por parte de las autoridades, lo que hace ver que uno de los más graves problemas que enfrenta este gobierno es el de la comunicación, no tienen ni la menor idea de cómo acercarse a los ciudadanos y, en un afán de ocultamiento –o por lo menos así lo parece- han caído en contradicciones de las cuales ni los reportes de los análisis a los restos encontrados que fueron enviados al extranjero les serán de utilidad. Justo el día en el que desaparecieron los 43 normalistas tomaba fuerza el huracán Rachel, por lo que las lluvias amenazaban varios Estados, además de la presencia de la onda Tropical número 31.
Los reportes de los servicios meteorológicos señalan que entre las 11 de la noche del día 26 y las 4 de la mañana del 27 de septiembre cayeron 27.7 mm de lluvia, es decir, que la tierra debe haberse encontrado de mojada a muy mojada, lo cual es un impedimento para cualquier fogata. La subsecretaría de Protección Civil del gobierno de Guerrero, reportó para esa misma fecha: “el calentamiento diurno, el ingreso de humedad del pacífico, una corriente de vientos en los niveles medios de la atmósfera, la cercanía de la Onda Tropical número 31 y los ascensos orográficos podrían generar nublados, acompañados por truenos, relámpagos, nieblas, neblinas, chubascos y lluvias aisladas de una intensidad moderada de 0.1 mm a 25 mm en el territorio guerrerense, SIN DESCARTAR ALGUNA LLUVIA FUERTE PUNTUAL DE 25 mm a 50 mm EN LAS REGIONES COSTA GRANDE, ACAPULCO, TIERRA CALIENTE Y NORTE, ubicación ésta última que corresponde a Cocula.
El Servicio Meteorológico Nacional indicó que el 29 de septiembre habría potenciales lluvias en Guerrero y en varios puntos al presentarse cinco fenómenos hidrológicos. Estas son apenas unas interrogantes de las muchas que están aún sin respuesta y que van acumulándose en el mismo tenor expresadas por diversas organizaciones y servicios dedicados a la ciencia forense y a otras ramas que contribuyen a los estudios sobre los que se basan para lograr la identificación de los alumnos desaparecidos. Si en fechas anteriores no se le daba credibilidad a toda esa relatoría que hicieron los 3 últimos detenidos sobre la forma en la que lograron incinerar 43 cuerpos, después de revisar a profundidad lo que climáticamente acontecía en esos días ya es prácticamente imposible darle un grado de mínima credibilidad.
Para el día 29 de septiembre, los servicios de información sobre el clima presentaban, en relación con Guerrero: “Para el Pacífico Sur continuará cielo medio nublado a nublado, 80 POR CIENTO DE PROBABILIDAD DE LLUVIAS INTENSAS EN GUERRERO, Oaxaca y Chiapas, climacaluroso y viento en dirección variable de hasta 60 kilómetros por hora en el Istmo y Golfo de Tehuantepec, así como de 25 a 40 kilómetros por hora en el resto de la región. Con ese clima y con esas lluvias ¿no hubo poder alguno que arrastrara las cenizas que en el momento de lareconstrucción de los hechos señalaron como las habían recogido y depositado en bolsas? ¿Tampoco arrastraron las que los peritos de la PGR sostuvieron haber encontrado? ¿Qué pasó ahí? Ni duda cabe que presentar un listado de todas y cada una de las interrogantes que han surgido y dar respuestas concretas, con pruebas que no dejen lugar a dudas es la exigencia que los grupos presentan y a la que no le quieren dar la correcta lectura.
Los especialistas en ciencias forenses también tienen fuertes dudas: UNO.- ¿Es posible no darse cuenta del resplandor y la columna de humo que debe producir un fuego que arde por más de 20 horas continuas? DOS.- ¿Es posible pasar por alto el olor de 43 cuerpos humanos quemándose al unísono, siendo que un solo cabello o una sola hoja de papel al quemarse producen un olor intenso? TRES.- ¿Es posible reducir a cenizas 43 cuerpos de una sola vez y con tanta efectividad? Y al respecto agregan que ni Tangassi, ni Gayosso, -conocidas agencias funerarias- tienen capacidad para cremar tantos cuerpos y reducirlos a su mínima expresión, pues en huesos largos como es el fémur o la cabeza es necesario, en ocasiones, triturarlos.
CUATRO.- ¿Tenían máquinas para triturar huesos o que método utilizaron para que todos se redujeran a cenizas? CINCO.- ¿Es posible que los responsables de tal acto, aún con el riesgo de ser descubiertos se tomaran el tiempo para vigilar que el fuego alcanzara los mil grados centígrados que es la mínima temperatura para calcinar un solo cuerpo? SEIS ¿Fueron tan pacientes para cerciorarse de que se quemaran cada uno de los 43 al cien por ciento? SIETE.- ¿Estuvieron tranquilamente vigilando, checaron que ya no quedara nada y esperaron solo un par de horas para que las cenizas se enfriaran, lo cual solo pudo haber sido ligeramente?
OCHO.- ¿Sin que quedara ni siquiera una chispa, pese a que utilizaron gasolina, diesel y llantas, se animaron a recolectar kilos y kilos de cenizas con palas o con las manos, sin temor a sufrir quemaduras? NUEVE.- ¿Les hicieron ya un estudio psicológico que demuestre el grado de enfermedad mental que pueden padecer para, después de todo lo anteriormeterlas a bolsas plásticas, hacerles el nudo y echarlas a un río? DIEZ.- ¿Es posible que los delincuentes estuvieran tan bien informados sobre ciencias forenses y supieran que es casi imposible determinar la identidad de una persona cuando no existen cuerpos y solo hay cenizas?
Cuando la respuesta a todas estas interrogantes exista y pueda ser de fácil comprobación o se entreguen las pruebas respectivas, seguramente que habrá tranquilidad para que los padres de los normalistas esperen el resultado de nuevos estudios y de las otras líneas de investigación que, aseguran, van a seguir, como si se tratara de un “borrón y cuenta nueva” y el hecho de que existan cenizas, fosas clandestinas, cadáveres por decenas, no fuese de suyo un escenario lo suficientemente tétrico y revelador de la incapacidad gubernamental para enfrentar a una delincuencia organizada con la que, se ha visto, no hay duda de que existe complicidad que inicia con los cuerpos policíacos y no se sabe en donde concluye.
Porque y, para mayor terror, nos preguntamos: ¿De dónde sacaron y de quienes son las cenizas presentadas?
La confianza que depositan en el grupo de forenses argentinos tiene bases e historia. Por principio, este cuerpo se formó para estudiar e identificar los restos de las víctimas de las dictaduras que gobernaron ese país. Los ciudadanos les manifestaron su reconocimiento cuando pudieron entregar restos a muchas de las dolientes familias. En México han trabajado en Ciudad Juárez, en la identificación de cuerpos femeninos encontrados en muy avanzado estado de descomposición. También les llamaron para tipificar incluso la nacionalidad de los más de 70 migrantes encontrados al Norte del país. La experiencia es basta y de ahí que sus conclusiones tengan la aprobación, por anticipado de los padres de las 43 víctimas.
En tanto y aunque se esperaba, no hubo unanimidad en el Senado de la República donde se aprobó con 97 votos la designación de Luis Raúl González Pérez como nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2014-2019, tras ser votado en la terna junto con los también abogados Mauricio Farah e Irene Herrerías, que alcanzaron dos votos cada uno. Durante la discusión, las bancadas del Senado instruyeron que la prioridad debe ser los casos de Iguala y Tlatlaya, e instrumentar las acciones necesarias para que nunca más vuelvan a suceder hechos como esos.
Y en la Cámara de Diputados, el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, informó que los elementos del 27 Batallón con sede en Iguala intervinieron en el ataque del 26 de septiembre, tras el cual desaparecieron los normalistas, porque, dijo, siguieron un protocolo que indica que sólo pueden actuar a petición de la autoridad local, y esto no ocurrió. Fue la diputada Lilia Aguilar la que explicó que ante la comisión especial de San Lázaro que da seguimiento al caso, Cienfuegos dijo que el día de los hechos, tanto el secretario de Seguridad Pública municipal como el estatal aseguraron que “no sucedía nada” en Iguala.
Sobre el caso, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) ordenó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) entregar la información sobre la relación de fosas clandestinas halladas en el país y número de cadáveres exhumados de ellas de marzo de 2011 a febrero de 2014. La información deberá ser desglosada por mes, año, lugar del hallazgo y número de cadáveres localizados.
La tragedia de Iguala está siendo utilizada en la lucha de tribus al interior del PRD para ajustar cuentas. Jesús Ortega coordinador nacional de Nueva Izquierda, arremetió contra el senador Alejandro Encinas, a quien señaló de querer atacar al PRD para fortalecer al partido de López Obrador, luego de que Encinas acusó a la corriente de “los chuchos” de impulsar a Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda.