El triunfo de Jaime Rodríguez Calderón, alias “El Bronco”, primer candidato independiente que se convertirá en gobernador en Nuevo León y en también el primero en todo el país, constituye un parteaguas en la vida política de México. Sin duda alguna que lleva a los partidos políticos a reflexionar profundamente en su plataforma electoral y en la forma de comportarse al llegar al poder frente al electorado. Exhibe que la partidocracia que se ha enquistado en el poder no es insustituible, ni indispensable. La alta votación que recibió su candidatura independiente demuestra que hay un hartazgo de la sociedad por los partidos políticos. Señala indiscutiblemente que la sociedad tiene el interés y el poder de influir y marcar con su voto el destino del Estado.
Tres han sido los grandes triunfadores de la contienda del domingo, misma que se guardó para el último minuto algunas sorpresas. Sin duda que el abstencionismo registró el mayor porcentaje; Jaime Rodríguez “el bronco”, obtuvo muchos más sufragios de los esperados; Morena dio el gran salto al quedarse con un importante número de simpatizantes en la capital de la República ya que al ganar al menos 5 delegaciones sin la compra de un solo voto y captar otros tantos millones de sufragios en el resto del país, se le abre un escenario prometedor al considerar que, como partido político es reciente y que entre sus haberes también cuenta el que se hubiese convertido en segunda fuerza política en algunas Entidades. Una de las sorpresas ha sido la presidencia municipal de Cuernavaca que queda en manos del futbolista Cuauhtémoc Blanco.
A los números y triunfos anunciados a través del PREP habrá que agregarles que crece el número de votos nulos, muchos de ellos no son producto de fallas del votante sino que fueron emitidos con ese propósito, con el de anularlos con leyendas que lo mismo hablaban de Abarca que exigían la presentación con vida de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Para el INE nada satisfactorio resulta que sean las redes sociales, el medio que ya ha ganado gubernaturas en México y hasta la presidencia de los Estados Unidos, señalen que es falso el porcentaje de ciudadanos que acudieron a las urnas y que tal cúmulo de sufragios obedece al “embarazo” que se hizo en ellas auspiciado por las tres principales fuerzas políticas participantes quienes también se distinguieron por la compra de votos en 500 y mil pesos por uno.
Los dos grandes perdedores han sido el Partido del Trabajo y el mismísimo PRD a quienes la paliza que les dieron en el Distrito Federal es la más clara muestra de que “los chuchos” solo llegaron a su dirigencia para enterrarlo. Tal vez el gran error del PT en un medio en el que se practica la política chapucera y no se respeta el pensamiento opositor, fue no levantar el dedo para aprobar cualquiera de las reformas planteadas por Enrique Peña Nieto. Hay que resaltar que fue el único que no aprobó ninguna de ellas y, paradójicamente es el que se queda fuera. El Humanista, al no obtener el registro nuevamente, no pierde nada porque, simplemente, no eran nada. Encuentro Social tiene tras de sí a grupos de interés que sin duda serán útiles al mandato en turno y de ahí su probable permanencia.
El Congreso en su nueva conformación, tendrá que hacer una revisión a fondo de la actual legislación electoral pues permite que sólo las propuestas de la partidocracia se analicen y se aprueben en el Congreso de la Unión, dejando de lado la participación de la sociedad. Los partidos políticos se ven obligados a repensar como acercase a la sociedad a la que han ignorado para hacer prevalecer sus intereses partidistas sobre los de la población. Deberán de hacer cambios profundos en sus plataformas políticas y hacer grandes esfuerzos para cumplir los postulados de éstas una vez que acceden a los cargos de elección popular. Los partidos políticos, los ganadores de la pasada contienda electoral, deberán responder a las expectativas ciudadanas, a las legitimas demandas de la población que aspira a mejores niveles de vida y se opone al derroche de recursos, a la corrupción, a la impunidad y a la falta de transparencia en el ejercicio del poder y los recursos públicos.
“El Bronco” tiene un enorme reto histórico: responder a las expectativas de la población que lo eligió como gobernante en Nueva León y servir de ejemplo a seguir para otros que como él apuestan a mejorar el nivel de vida de la población. Hoy empieza con el pie derecho al advertir que investigará a todo el gobierno del actual mandatario Rodrigo Medina, acusado de enriquecimiento inexplicable a lo largo de la campaña electoral. “Vamos a investigar a todo el gobierno (actual) de Rodrigo Medina. A recuperar lo que es del estado de Nuevo León, con la ley en la mano… Tenemos que investigar completamente al gobierno, no solamente a la familia Medina. Hay muchos otros que están involucrados… Son muchos millones desfalcados al gobierno y tenemos que recuperarlos para el estado”, advirtió Jaime Rodríguez en una entrevista radiofónica.
El virtual próximo gobernador de Nuevo León señaló que en su triunfo “hay un mensaje a todo México, que los partidos políticos están en decadencia y tienen que reformarse y transformarse, y buscar opciones que permitan que generen confianza, y eso es algo que se debe escuchar y ver en todo México”. Rodríguez Calderón manifestó su intención de “poner orden en el gobierno, porque hay un desorden muy fuerte que ha generado problemas de desconfianza y de corrupción… Adelgazar el aparato de gobierno para poder resolver los problemas que el estado tiene: una gran deuda, un gran problema sobre los sentimientos del ciudadano de Nuevo León”.