Por: Valentina Pérez
Tw: @vpbotero3_0
En Estados Unidos se acaba de iniciar un juicio contra tres petroleras trasnacionales por el peor derrame de crudo en la historia, mejor conocido como Deepwater Horizon. La perforación en el Golfo de México, a aproximadamente mil 500 metros de profundidad, resultó en una basta contaminación que ahora la justicia estadounidense piensa cuantificar y encontrar los responsables.
En abril se cumplirán tres años desde la catástrofe ambiental en la que British Petroleum (BP), Transocean y Halliburton están involucradas por cargos de “cultura de irresponsabilidad corporativa”.
El proceso penal se inscribe en un marco internacional que acaba de condenar, a inicios de febrero de 2013, a la empresa anglo-holandesa Shell por los derrames de crudo en Nigeria. El dictamen en contra de la empresa fue la primera sentencia en que la petrolera fue juzgada por los accidentes en el extranjero.
Por otra parte, el recordatorio de esta tragedia medioambiental por perforación en aguas profundas, se inscribe en la intención del gobierno mexicano de explotar lo que se conoce como el “Cinturón Plegado Perdido” que está a 2 mil 500 metros. Explotación para la que no se cuenta con la tecnología ni una cuantificación del riesgo palpable que significa.
