Un equipo científico compuesto por expertos de la Universidad de Córdoba (UCO) y del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, todos ellos pertenecientes al Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC), ha desarrollado un método analítico que pretende utilizar el sudor como marcador de diversas patologías.
Para conseguirlo, el nuevo sistema utiliza los aminoácidos presentes en el sudor y valora las posibles alteraciones que producen en ellos enfermedades del riñón o el hígado, las neuropatías o la dieta.
El grupo de investigación que dirigen María Dolores Luque de Castro y Feliciano Priego, del departamento de Química Analítica de la UCO, trabaja en alternativas no invasivas a los análisis convencionales de sangre u orina. Concretamente, el equipo ha elegido el sudor y el aliento condensado del paciente para diseñar nuevos métodos que sirvan al desarrollo de aplicaciones clínicas.
El equipo ya ha caracterizado y analizado el sudor para establecer su composición. A raíz de este trabajo, se observó su utilidad para desarrollar una herramienta de cribado en cáncer de pulmón. Esta herramienta está en la etapa de validación, un proceso que puede durar varios años.
Al estudiar la composición del sudor, el grupo observó que se podía analizar en él el perfil completo de aminoácidos, compuestos que desempeñan un papel esencial en diferentes procesos metabólicos de los seres vivos. La alteración de su expresión está vinculada a la presencia de dolencias en el riñón o el hígado, por ejemplo.
Así, los resultados se recogen en un artículo publicado recientemente en la revista científica Talanta, que presenta cuáles de estos aminoácidos pueden servir de biomarcadores en diferentes dolencias y el método analítico empleado.
“El trabajo tiene aplicabilidad tanto en medicina forense como para el desarrollo de aplicaciones clínicas”, explica Luque de Castro. Actualmente, el equipo sigue muestreando pacientes, ya que “es difícil localizarlos en las primeras fases de la enfermedad para validar los métodos analíticos y realizar una detección precoz”.
Además, estos resultados han despertado el interés de varias empresas. Entre ellas, la compañía estadounidense Eccrine Systems, con quien se ha cerrado un acuerdo para el desarrollo de equipos de muestreo de sudor en el diagnóstico clínico. La empresa está especializada en la creación de sensores que, a través de la sudoración, aportan información sobre la salud o el rendimiento deportivo de los portadores.
Cribado en cáncer de pulmón
El trabajo de cribado de cáncer de pulmón, que abrió esta línea de investigación, ha permitido que el IMIBIC solicite una patente nacional sobre esta herramienta de monitorización. La metodología puede servir para adelantar el diagnóstico de este tipo de tumores a estadios más tempranos. Actualmente, el cáncer de pulmón se detecta generalmente cuando se encuentra avanzado, lo que complica la supervivencia del paciente.
La perspectiva de que el sudor podía servir como indicador del cáncer de pulmón ya se publicó en Lancet en 1989. Entonces se observó que perros adiestrados tenían la capacidad de discriminar entre muestras de pacientes con esta enfermedad y las de individuos sanos. Los animales, no obstante, no son herramientas 100% fiables, porque pueden sobrevenirles enfermedades u otras circunstancias que alteren su olfato. La búsqueda de un método analítico con bases químicas es una alternativa más segura.