“Como todos sabemos, Alejandra Barrales fue señalada por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, como la persona que debía ocupar el cargo de presidenta”, acusó Pablo Gómez quien esta tarde presentó su renuncia como representante del PRD ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
El perredista denunció que no se está “frente a la libre elección de una persona hasta entonces alta funcionaria pública, sino ante una imposición desde fuera del partido, ante una decisión de carácter gubernamental, un método priista por excelencia”.
Y aclaró que su renuncia “no es una respuesta al hecho de haber sido infructuosamente propuesto por algunos compañeros y compañeras para el cargo de presidente nacional, sino al insólito y funesto hecho de que políticos empoderados decidan quién debe ocupar la presidencia del partido y al vergonzoso acontecimiento de que una amplia mayoría del Consejo Nacional lo haya admitido sabiendo las consecuencias que traerá la operación de una dirección ajena al partido mismo”.
“Como será inevitable que en el ejercicio cotidiano de la Presidencia del Partido se asuman decisiones que impacten en los muchos asuntos que se ventilan también cotidianamente en el Instituto Nacional Electoral y en los organismos locales electorales, así como en los tribunales, yo no podría representar a la presidenta nacional del Partido ni acompañarla en acciones decididas desde afuera, al margen o en contra del Partido de la Revolución Democrática”, remató.