Por medio de una carta, obispos de Guadalajara, Zamora, Monterrey, Cuernavaca, Morelia y Zacatecas, responsabilizaron al gobierno mexicano ‘del pasado y del presente’, de la pobreza y marginación que existe en el país, lo que provoca, entre otros problemas, la migración de connacionales a los Estados Unidos.
Dicha situación, ante el renovado conflicto político con los Estados Unidos, ha generado la reacción de la iglesia católica que exige a los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump, velar por los derechos humanos de los migrantes, de acuerdo con Excélsior.
“Los gobiernos mexicanos del pasado y del presente tienen una grave responsabilidad al no haber creado las oportunidades suficientes de desarrollo para nuestro pueblo pobre y marginado”, se lee en la misiva firmada, entre otros, por los obispos del Consejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), José Francisco Robles(Guadalajara) Javier Navarro (Zamora), Alfonso Miranda (Monterrey), Ramón Castro (Cuernavaca), Carlos Garfias (Morelia) y Sigifredo Noriega(Zacatecas).
En el mismo punto, los representantes de la (CEM) indicaron que “nuestra incipiente democracia tiene un enorme reto en el futuro próximo: escoger a quienes deben de realizar de manera honesta, sin corrupción e impunidad, un cambio histórico que ayude a que el Pueblo de México realmente sea el protagonista de su desarrollo, con paz, justicia y respeto irrestricto a los derechos humanos”.
Al respecto, los firmantes agregan que “las carencias que tenemos los mexicanos no pueden ser justificación para promover el antagonismo entre pueblos que están llamados a ser amigos y hermanos”.
En la carta de 11 puntos dirigida a “todos los mexicanos en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras, a todos los creyentes y no creyentes en Jesucristo en México y en los Estados Unidos”, así como a los presidentes Trump y Peña Nieto, los obispos firmantes reconocen que los “flujos migratorios requerirán de una renovada regulación por parte de ambas naciones”.
Agregan que “si ha habido una lección histórica que todos como sociedad hemos aprendido tras los conflictos mundiales vividos durante el siglo XX es que lo legal requiere de ser legítimo; es que la dignidad inalienable de la persona humana es la verdadera fuente del derecho”.
“Por la dignidad de los migrantes y por la dignidad de todos los habitantes de nuestros países, proponemos consumir nuestras energías en la creación de otro tipo de soluciones. Soluciones que siembren fraternidad y enriquecimiento mutuo en el orden humanitario, cultural y social”, se lee en la misiva.
